Seleccionar todos los libros
Nuevo Testamento
Concordancia
- Hechos 7 v. 9
- Los patriarcas, celosos de José, lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él,
- Hechos 7 v. 10
- y lo liberó de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría ante Faraón rey de Egipto, el cual lo nombró gobernador de Egipto y de toda su casa.
- Hechos 7 v. 11
- Vino entonces hambre sobre todo Egipto y Canaán, con gran aflicción; y nuestros padres no hallaban provisiones.
- Hechos 7 v. 12
- Pero al oír Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.
- Hechos 7 v. 13
- Y en la segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos; y fue manifestado a Faraón el linaje de José.
- Hechos 7 v. 14
- Y José envió e insistió en llamar a su padre Jacob, así como a toda su familia, 75 personas en total.
- Hechos 7 v. 15
- Y descendió Jacob a Egipto, donde murió él y nuestros padres;
- Hechos 7 v. 16
- y fueron trasladados a Siquem y puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de plata de los hijos de Hamor, en Siquem.
- Hechos 7 v. 17
- A medida que se acercaba el tiempo de la promesa que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,
- Hechos 7 v. 18
- hasta que subió al trono de Egipto un nuevo rey que no conocía a José.
- Hechos 7 v. 19
- Este rey, obrando astutamente contra nuestro linaje, maltrató a nuestros padres, hasta hacer que sus niños recién nacidos pereciesen, para que no se propagasen.
- Hechos 7 v. 20
- En este tiempo nació Moisés, y era agradable a Dios; y fue criado tres meses en la casa del padre.
- Hechos 7 v. 21
- Y cuando fue expuesto a la muerte, lo recogió la hija de Faraón, y lo crio como hijo suyo.
- Hechos 7 v. 22
- Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabras y en obras.
- Hechos 7 v. 23
- Pero al cumplir los 40 años sintió en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.
- Hechos 7 v. 24
- Viendo a uno que era maltratado, lo defendió y vengó al oprimido, matando al egipcio;
- Hechos 7 v. 25
- Suponía que sus hermanos sabrían que Dios les daría salvación por su mano; pero ellos no lo entendieron.
- Hechos 7 v. 26
- Al día siguiente se presentó a unos que peleaban; y trató de reconciliarlos, diciendo: Hombres, ¿por qué siendo hermanos os maltratáis uno a otro?
- Hechos 7 v. 27
- Pero el que maltrataba a su prójimo lo rechazó, diciendo: ¿Quién te constituyó gobernante y juez sobre nosotros?
- Hechos 7 v. 28
- ¿Acaso me quieres matar, como mataste ayer al egipcio?
- Hechos 7 v. 29
- Al oír esta palabra, Moisés huyó y fue extranjero en la tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
- Hechos 7 v. 30
- Pasados 40 años, se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
- Hechos 7 v. 31
- Al verlo Moisés, se asombró de la visión; y acercándose para observarlo, vino a él la voz del Señor°:
- Hechos 7 v. 32
- «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob.» [Éxodo 3:6] Moisés, tembloroso, no se atrevía a mirar.
- Hechos 7 v. 33
- Y le dijo el Señor°: «Quita el calzado de tus pies; porque el lugar donde estás, tierra santa es.
- Hechos 7 v. 34
- Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo que está en Egipto, he escuchado sus gemidos y he descendido para liberarlos. Ahora, ven, que yo te enviaré a Egipto.» [Éxodo 3:5, 7]
- Hechos 7 v. 35
- A este Moisés, a quien rechazaron, diciendo: ¿Quién te constituyó gobernante y juez? A este mismo envió Dios como gobernante y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.
- Hechos 7 v. 36
- Este los sacó, haciendo prodigios y señales en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante 40 años.
- Hechos 7 v. 37
- Este es el Moisés que dijo a los hijos de Israel: «Dios os levantará un profeta de entre vuestros hermanos, como yo; a él oiréis.» [Deuteronomio 18:15]
- Hechos 7 v. 38
- Este es el que estuvo en la asamblea en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; él recibió los oráculos vivos para dárnoslos;
- Hechos 7 v. 39
- a quien nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo rechazaron, y en sus corazones se volvieron a Egipto,
- Hechos 7 v. 40
- diciendo a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque en cuanto a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le sucedió.
- Hechos 7 v. 41
- E hicieron un becerro en aquellos días, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se regocijaron en las obras de sus manos.
- Hechos 7 v. 42
- Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para rendir culto al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: «¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios 40 años en el desierto, casa de Israel?
- Hechos 7 v. 43
- Antes, llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Renfán, figuras que hicisteis para darles culto. Os deportaré más allá de Babilonia.» [Amós 5:25-27]
- Hechos 7 v. 44
- Nuestros padres tenían el tabernáculo del testimonio en el desierto, como lo ordenó el que mandó a Moisés hacerlo conforme al modelo que había visto.
- Hechos 7 v. 45
- Nuestros padres, habiéndolo recibido, lo introdujeron con Josué cuando entraron en posesión de las naciones que Dios expulsó ante ellos, hasta los días de David;
- Hechos 7 v. 46
- quien halló gracia a los ojos de Dios, y pidió proveer una habitación para el Dios de Jacob.
- Hechos 7 v. 47
- Pero Salomón edificó la casa.
- Hechos 7 v. 48
- Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas a mano, como dice el profeta:
- Hechos 7 v. 49
- «El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué clase de casa me edificaréis, dice el Señor°; o cuál es el lugar de mi reposo?
- Hechos 7 v. 50
- ¿No hizo mi mano todas estas cosas?» [Isaías 66:1-2]
- Hechos 7 v. 51
- ¡Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así hacéis vosotros.
- Hechos 7 v. 52
- ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? ¡Y mataron a los que previamente anunciaban la venida del Justo, a quien ahora vosotros habéis entregado y matado!
- Hechos 7 v. 53
- Vosotros que recibisteis la ley por el ministerio de ángeles, y no la habéis guardado.
- Hechos 7 v. 54
- Al oír estas cosas, se enfurecieron en sus corazones y crujían los dientes contra él.
- Hechos 7 v. 55
- Pero él, lleno del Espíritu Santo, miraba fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios;
- Hechos 7 v. 57
- Entonces, gritando a grandes voces, se taparon los oídos y se arrojaron todos a una sobre él;
- Hechos 7 v. 58
- y echándole fuera de la ciudad, lo apedrearon. Los testigos dejaron sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.
- Hechos 7 v. 59
- Y apedreaban a Esteban, quien invocaba a Cristo y decía: ¡Señor Jesús, recibe mi espíritu!
- Hechos 7 v. 60
- Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: ¡Señor, no les atribuyas este pecado! Y habiendo dicho esto, durmió.
- Hechos 8 v. 1
- Saulo consentía en su muerte. Y hubo en aquel día una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén; y todos fueron dispersados por las regiones de Judea y Samaria, menos los apóstoles.
- Hechos 8 v. 2
- Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban, e hicieron gran duelo por él.
- Hechos 8 v. 3
- Pero Saulo asolaba a la iglesia, yendo de casa en casa; y arrastrando a hombres y mujeres, los metía en la cárcel.
- Hechos 8 v. 4
- Los que fueron dispersados iban por todas partes anunciando las buenas noticias de la Palabra.
- Hechos 8 v. 5
- Felipe, bajando a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
- Hechos 8 v. 6
- De común acuerdo la multitud prestaba atención a las cosas que Felipe decía, oyendo y viendo los milagros que hacía.
- Hechos 8 v. 7
- Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, estos salían gritando con fuerza; y muchos paralíticos y cojos eran sanados.
- Hechos 8 v. 8
- Y había gran gozo en aquella ciudad.
- Hechos 8 v. 9
- Pero, antes había estado en dicha ciudad un hombre llamado Simón, que ejercía la magia y asombraba a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje.
- Hechos 8 v. 10
- A este todos prestaban atención, desde el menor hasta el mayor, diciendo: Este es el poder de Dios llamado Grande.
- Hechos 8 v. 11
- Le prestaban atención, porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas.
- Hechos 8 v. 12
- Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas noticias del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, eran bautizados, hombres y mujeres.
- Hechos 8 v. 13
- El mismo Simón también creyó; y tras ser bautizado, no se apartaba de Felipe; y viendo las señales y los grandes milagros que se hacían, estaba asombrado.
- Hechos 8 v. 14
- Al oír los apóstoles en Jerusalén que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
- Hechos 8 v. 15
- quienes, descendiendo, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo;
- Hechos 8 v. 16
- porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; tan solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
- Hechos 8 v. 17
- Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
- Hechos 8 v. 18
- Al ver Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se recibía el Espíritu, les ofreció dinero,
- Hechos 8 v. 19
- diciendo: Dadme a mí también ese poder, para que a cualquiera sobre quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.
- Hechos 8 v. 20
- Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has creído que con dinero se obtiene el don de Dios.
- Hechos 8 v. 21
- No tienes parte ni herencia en este asunto; porque tu corazón no es recto delante de Dios.
- Hechos 8 v. 22
- Arrepiéntete, pues, de tu maldad, y ruega al Señor que, si es posible, te perdone el pensamiento de tu corazón;
- Hechos 8 v. 23
- porque veo que estás en hiel de amargura y bajo la influencia de la iniquidad.
- Hechos 8 v. 24
- Simón les respondió: ¡Rogad vosotros por mí al Señor, para que no me ocurra nada de lo que habéis dicho!
- Hechos 8 v. 25
- Ellos, habiendo testificado y hablado la palabra del Señor, regresaron a Jerusalén; y en muchas aldeas de samaritanos evangelizaban.
- Hechos 8 v. 26
- Pero un ángel del Señor° habló a Felipe y le dijo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino desierto que desciende de Jerusalén a Gaza.
- Hechos 8 v. 27
- Levantándose, fue. Y se encontró con un etíope, eunuco, alto dignatario de Candace, reina de los etíopes, y supervisor de todos sus tesoros, que había ido a Jerusalén para adorar;
- Hechos 8 v. 28
- en su viaje de regreso, sentado en su carro, leía al profeta Isaías.
- Hechos 8 v. 29
- El Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
- Hechos 8 v. 30
- Felipe se acercó y le oyó leer al profeta Isaías; y le dijo: Pero, ¿entiendes lo que estás leyendo?
- Hechos 8 v. 31
- Él respondió: ¿Cómo podría, a no ser que alguien me guíe? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él.
- Hechos 8 v. 32
- El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja es conducido al matadero; y como el cordero es mudo delante del que lo trasquila, así él no abre su boca.
- Hechos 8 v. 33
- En su humillación, le negaron la justicia; y su generación, ¿quién la relatará? Porque su vida es quitada de la tierra.
- Hechos 8 v. 34
- El eunuco respondió a Felipe: Te ruego que me digas ¿a quién se refiere el profeta? ¿A sí mismo, o a algún otro?
- Hechos 8 v. 35
- Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le predicó la buena nueva de Jesús.
- Hechos 8 v. 36
- Prosiguiendo el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y dijo el eunuco: Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?
- Hechos 8 v. 37
- [ ]
- Hechos 8 v. 38
- Mandó parar el carro, y bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y Felipe lo bautizó.
- Hechos 8 v. 39
- Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Y el eunuco no lo vio más, y continuó su camino gozoso.
- Hechos 8 v. 40
- Pero Felipe fue hallado en Azoto; y pasando por el país, evangelizaba por todas las ciudades, hasta llegar a Cesarea.
- Hechos 9 v. 1
- Pero Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,
- Hechos 9 v. 2
- y le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco, para que si encontraba a alguien del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
- Hechos 9 v. 3
- Mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció a su alrededor una luz desde el cielo;
- Hechos 9 v. 4
- y, caído a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
- Hechos 9 v. 5
- Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor respondió: ¡Yo soy Jesús, a quien tú persigues!
- Hechos 9 v. 6
- Pero levántate, entra en la ciudad y te será dicho lo que debes hacer.
- Hechos 9 v. 7
- Los hombres que lo acompañaban se pararon atónitos oyendo la voz, pero no vieron a nadie.
- Hechos 9 v. 8
- Saulo se levantó del suelo, y cuando abrió los ojos no veía nada; y tomándolo de la mano, lo condujeron a Damasco.
- Hechos 9 v. 9
- Estuvo tres días sin ver; y no comió ni bebió.