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Nuevo Testamento
Concordancia
- Hechos 4 v. 3
- Les echaron mano y los pusieron en la prisión hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
- Hechos 4 v. 4
- Pero muchos de los que oyeron la palabra, creyeron; y llegó a ser el número de los hombres como 5.000.
- Hechos 4 v. 5
- Al día siguiente se reunieron sus gobernantes, los ancianos y los escribas, en Jerusalén;
- Hechos 4 v. 6
- y estaban el sumo sacerdote Anás, así como Caifás, Juan y Alejandro, y todos los de la familia de los sumos sacerdotes.
- Hechos 4 v. 7
- Poniendo a Pedro y a Juan en medio, les preguntaron: ¿Con qué poder o en nombre de quién hicisteis esto?
- Hechos 4 v. 8
- Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos:
- Hechos 4 v. 9
- si nosotros hoy somos interrogados acerca de la buena obra hecha a un hombre enfermo, de qué manera ha sido curado,
- Hechos 4 v. 10
- sea conocido de todos vosotros y de todo el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros habéis crucificado, a quien Dios resucitó de entre los muertos, en su nombre se presenta él ante vosotros sano.
- Hechos 4 v. 11
- Esta es la piedra desechada por vosotros los edificadores, que ha llegado a ser cabeza del ángulo.
- Hechos 4 v. 12
- Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado entre los hombres, en el que podamos ser salvos.
- Hechos 4 v. 13
- Viendo ellos el denuedo de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
- Hechos 4 v. 14
- Y viendo al hombre que había sido sanado de pie en medio de ellos, nada podían decir en contra.
- Hechos 4 v. 15
- Después de que les mandaron salir del Sanedrín, se consultaron,
- Hechos 4 v. 16
- diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque es evidente a todos los que habitan en Jerusalén que un milagro notable ha sido hecho por medio de ellos, y no podemos negarlo.
- Hechos 4 v. 17
- Pero para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que de aquí en adelante a nadie hablen en este nombre.
- Hechos 4 v. 18
- Y llamándolos, les prohibieron hablar o enseñar en el nombre de Jesús.
- Hechos 4 v. 19
- Pero Pedro y Juan les respondieron: ¡Juzgad vosotros si es justo ante Dios escucharos a vosotros más bien que a Dios!
- Hechos 4 v. 20
- Porque nosotros no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído.
- Hechos 4 v. 21
- Después de amenazarlos los soltaron, no hallando cómo castigarlos a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo sucedido;
- Hechos 4 v. 22
- porque tenía más de 40 años el hombre en quien fue hecho este milagro de curación.
- Hechos 4 v. 23
- Puestos en libertad, volvieron a los suyos y les refirieron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
- Hechos 4 v. 24
- Ellos, al oírlo, alzaron unánimes la voz a Dios, diciendo: ¡Soberano! Tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay;
- Hechos 4 v. 25
- que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: «¿Por qué se amotinaron las naciones, y los pueblos meditaron vanos proyectos?
- Hechos 4 v. 26
- Acudieron los reyes de la tierra, y los príncipes unánimes se juntaron contra el Señor° y contra su Cristo;» [Salmo 2:1-2]
- Hechos 4 v. 27
- porque en verdad se juntaron en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
- Hechos 4 v. 28
- para llevar a cabo cuanto tu mano y tu consejo predestinaron que sucediera.
- Hechos 4 v. 29
- Ahora, Señor, mira sus amenazas; y concede a tus siervos que con todo denuedo anuncien tu palabra,
- Hechos 4 v. 30
- mientras extiendes tu mano para sanar, y para que se realicen señales y prodigios en nombre de tu santo siervo Jesús.
- Hechos 4 v. 31
- Habiendo así suplicado, fue sacudido el lugar donde estaban reunidos, y todos fueron llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo.
- Hechos 4 v. 32
- La multitud de los creyentes era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo cosa alguna de lo que poseía; sino que tenían todas las cosas en común.
- Hechos 4 v. 33
- Los apóstoles con gran poder daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y todos ellos gozaban de una abundante gracia.
- Hechos 4 v. 34
- Porque no había ningún necesitado entre ellos; pues todos los poseedores de campos o de casas los vendían y traían el precio de lo vendido,
- Hechos 4 v. 35
- y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se distribuía según la necesidad que tuviera cada uno.
- Hechos 4 v. 36
- Entonces José, por los apóstoles llamado Bernabé (que significa Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,
- Hechos 4 v. 37
- quien tenía un campo y lo vendió; y trayendo el dinero, lo puso a los pies de los apóstoles.
- Hechos 5 v. 1
- Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión;
- Hechos 5 v. 2
- y sustrayendo una parte del precio, sabiéndolo también su mujer, trajo el resto y lo puso a los pies de los apóstoles.
- Hechos 5 v. 3
- Entonces Pedro le dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mientas al Espíritu Santo y te quedes con una parte del valor del campo?
- Hechos 5 v. 4
- Sin venderlo, ¿acaso no era tuyo? Y vendido, ¿no te pertenecía? ¿Cómo es que concebiste esto en tu corazón? ¡No mentiste a hombres, sino a Dios!
- Hechos 5 v. 5
- Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y se apoderó gran temor de todos los que lo oían.
- Hechos 5 v. 6
- Se levantaron los jóvenes, lo envolvieron y, sacándolo fuera, lo sepultaron.
- Hechos 5 v. 7
- Unas tres horas más tarde, entró su mujer, sin saber lo que había sucedido.
- Hechos 5 v. 8
- Pedro le preguntó: Dime, ¿vendisteis el campo en tanto? Ella dijo: Sí, en tanto.
- Hechos 5 v. 9
- Y Pedro le dijo: ¿Cómo os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor°? Mira los pies de los que sepultaron a tu marido están en la puerta, y te sacarán a ti.
- Hechos 5 v. 10
- Al instante cayó ella a sus pies y expiró; y entrando los jóvenes la hallaron muerta; y sacándola, la sepultaron al lado de su marido.
- Hechos 5 v. 11
- Sobre toda la iglesia sobrevino gran temor, así como sobre todos los que oían estas cosas.
- Hechos 5 v. 12
- Eran muchas las señales y maravillas que por mano de los apóstoles se hacían en el pueblo y unánimes se reunían todos en el pórtico de Salomón;
- Hechos 5 v. 13
- y ninguno de los demás osaba juntarse con ellos; pero el pueblo los tenía en gran estima.
- Hechos 5 v. 14
- Cada día se añadían al Señor más creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres,
- Hechos 5 v. 15
- de tal manera que incluso sacaban a los enfermos a las calles y los ponían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, al menos su sombra cubriese a alguno de ellos.
- Hechos 5 v. 16
- Llegaba también la multitud de las ciudades de alrededor de Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos eran sanados.
- Hechos 5 v. 17
- E interviniendo el sumo sacerdote y todos los que estaban con él (que era la secta de los saduceos), se llenaron de celos
- Hechos 5 v. 18
- y echaron mano de los apóstoles y los metieron en la cárcel pública.
- Hechos 5 v. 19
- Pero un ángel del Señor° abrió de noche las puertas de la cárcel y, sacándolos, dijo:
- Hechos 5 v. 20
- Id, presentaos en el templo y hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.
- Hechos 5 v. 21
- Oyendo esto, entraron en el templo al amanecer y enseñaban. Cuando llegaron el sumo sacerdote y los que estaban con él, convocaron al Sanedrín y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que los trajesen.
- Hechos 5 v. 22
- Cuando los alguaciles llegaron, no los hallaron en la cárcel; entonces regresaron e informaron,
- Hechos 5 v. 23
- diciendo: La prisión hallamos cerrada con toda seguridad y los guardias ante las puertas; pero al abrir, no hallamos dentro a nadie.
- Hechos 5 v. 24
- Cuando oyeron estas palabras el capitán de la guardia del templo y los jefes de los sacerdotes, perplejos en lo referente a ellos, se preguntaban qué podría significar aquello.
- Hechos 5 v. 25
- Pero se presentó uno que les informó: ¡Mirad, los hombres que pusisteis en la cárcel, se encuentran en el templo enseñando al pueblo!
- Hechos 5 v. 26
- Entonces el capitán de la guardia del templo fue con los alguaciles y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo.
- Hechos 5 v. 27
- Cuando los trajeron, los presentaron ante el Sanedrín; y el sumo sacerdote les preguntó:
- Hechos 5 v. 28
- ¿No os prohibimos rigurosamente enseñar en ese nombre? ¡Y he aquí que habéis llenado a Jerusalén con vuestra enseñanza, e intentáis traer sobre nosotros la sangre de ese hombre!
- Hechos 5 v. 29
- Pero Pedro y los apóstoles les respondieron: ¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!
- Hechos 5 v. 30
- El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.
- Hechos 5 v. 31
- A este, Dios exaltó con su diestra para ser Príncipe y Salvador, para arrepentimiento de Israel, y perdón de pecados.
- Hechos 5 v. 32
- Y nosotros somos testigos de estas cosas, así como el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen.
- Hechos 5 v. 33
- Ellos al oír esto, se enfurecieron y querían matarlos.
- Hechos 5 v. 34
- Entonces se puso en pie en medio del Sanedrín un fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley, honrado por todo el pueblo, y mandó que hicieran salir a aquellos hombres por un momento.
- Hechos 5 v. 35
- Y les dijo: Varones israelitas, mirad bien lo que vais a hacer a estos hombres.
- Hechos 5 v. 36
- Porque antes de estos días se alzó Teudas, diciendo que él era alguien; como 400 hombres se juntaron con él, pero lo mataron; y todos los que le obedecían fueron dispersados y a nada llegaron.
- Hechos 5 v. 37
- Después de este se levantó Judas el galileo, en el día del censo, y mucha gente lo siguió. Él también pereció; y todos los que le obedecían fueron dispersados.
- Hechos 5 v. 38
- En lo de ahora os digo: No os ocupéis de estos hombres y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se destruirá;
- Hechos 5 v. 39
- pero si es de Dios, no los podréis destruir; no sea que seáis hallados luchando contra Dios. Y le obedecieron.
- Hechos 5 v. 40
- Llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les mandaron no hablar en el nombre de Jesús, y los soltaron.
- Hechos 5 v. 41
- Ellos salieron de la presencia del Sanedrín, gozosos de haber sido estimados dignos de padecer afrentas por causa del Nombre.
- Hechos 5 v. 42
- Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y proclamar la buena nueva de que Jesús es el Cristo.
- Hechos 6 v. 1
- En esos días, habiendo aumentado el número de los discípulos, los helenistas se quejaban de los hebreos, refiriéndose a que sus viudas eran descuidadas en la distribución diaria de alimentos.
- Hechos 6 v. 2
- Los doce, convocando a la multitud de los discípulos, dijeron: No conviene que nosotros, dejando la palabra de Dios, sirvamos a las mesas.
- Hechos 6 v. 3
- Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría, a quienes pongamos en este cargo;
- Hechos 6 v. 4
- pero nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.
- Hechos 6 v. 5
- La propuesta agradó a la multitud; y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía.
- Hechos 6 v. 6
- Los presentaron a los apóstoles quienes, después de orar, les impusieron las manos.
- Hechos 6 v. 7
- La palabra de Dios crecía y se multiplicaba el número de los discípulos en Jerusalén; y una gran compañía de sacerdotes obedecía a la fe.
- Hechos 6 v. 8
- Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
- Hechos 6 v. 9
- Pero se levantaron unos hombres de la sinagoga llamada de los Libertos, y de los cireneos, y alejandrinos, y los de Cilicia y Asia, a discutir con Esteban.
- Hechos 6 v. 10
- Y no podían resistir a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
- Hechos 6 v. 11
- Entonces sobornaron a unos hombres que decían: ¡Le hemos oído pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios!
- Hechos 6 v. 12
- E incitaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, los cuales, arremetiendo contra él, lo prendieron y lo llevaron al Sanedrín.
- Hechos 6 v. 13
- Y presentaron testigos falsos, que decían: Este hombre no cesa de pronunciar palabras contra este santo lugar y contra la ley;
- Hechos 6 v. 14
- porque le hemos oído decir que ese Jesús, el Nazareno, va a destruir este lugar y a cambiar las costumbres que nos enseñó Moisés.
- Hechos 6 v. 15
- Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron en él la vista, y vieron su rostro como el rostro de un ángel.
- Hechos 7 v. 1
- Dijo entonces el sumo sacerdote: ¿Son así estas cosas?
- Hechos 7 v. 2
- Él respondió: Varones hermanos, y padres, escuchad: El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando él en Mesopotamia, antes de que habitase en Harán;
- Hechos 7 v. 3
- y le dijo: Sal de tu tierra y deja a tus parientes, y ve a la tierra que yo te mostraré.
- Hechos 7 v. 4
- Entonces salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán. Y de allí, después de morir su padre, lo trasladó Dios a esta tierra en donde vosotros ahora habitáis.
- Hechos 7 v. 5
- Y no le dio herencia en ella, ni aun lugar donde asentar su pie; pero le prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, cuando todavía no tenía hijo.
- Hechos 7 v. 6
- Y Dios le dijo que «su descendencia sería extranjera en tierra ajena; que la maltratarían y la esclavizarían durante 400 años.
- Hechos 7 v. 7
- Y, dijo Dios, a la nación que servirán como esclavos, yo la juzgaré; después de esto saldrán y me tributarán culto en este lugar.» [Génesis 15:13-16]
- Hechos 7 v. 8
- Y le dio el pacto de la circuncisión; así engendró a Isaac y le circuncidó al octavo día; e Isaac engendró a Jacob; y Jacob a los doce patriarcas.