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content_copy Apocalipsis 18 v. 6
Dadle a ella según ella también os ha dado a vosotros; y pagadle al doble, conforme a sus obras; en el cáliz que ella ha mezclado, mezclad para ella el doble.
content_copy Apocalipsis 18 v. 7
Cuanto se ha glorificado, y vivido en delicias, tanto dadle de tormento y de llanto; porque ella dice en su corazón: Estoy sentada reina, y no soy viuda, ni nunca veré el duelo.
content_copy Apocalipsis 18 v. 8
Por tanto, en un mismo día vendrán sus plagas, muerte, y llanto, y hambre; y será abrasada con fuego; porque fuerte es el Señor Dios que la juzga.
content_copy Apocalipsis 18 v. 9
Y cuando vean el humo de su incendio, llorarán y se plañirán sobre ella los reyes de la tierra, que cometieron fornicación y vivieron en delicias con ella,
content_copy Apocalipsis 18 v. 10
estando ellos a lo lejos, por temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad de Babilonia, de aquella ciudad poderosa; porque en una sola hora ha venido tu juicio!
content_copy Apocalipsis 18 v. 11
Y los comerciantes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque nadie compra ya su mercancía:
content_copy Apocalipsis 18 v. 12
mercancía de oro y de plata, y de piedras preciosas, y de perlas, y de lino fino blanco, y de púrpura, y de seda, y de escarlata; y toda suerte de madera olorosa, y toda suerte de alhajas de marfil, y toda suerte de alhajas de madera preciosísima, y de bronce, y de hierro, y de mármol:
content_copy Apocalipsis 18 v. 13
y canela, y especias, e incienso, y ungüento, y olíbano, y vino, y aceite, y flor de harina, y trigo, y bestias de carga, y ovejas; y mercancías de caballos y de carruajes, y de esclavos; y almas de hombres.
content_copy Apocalipsis 18 v. 14
Y las frutas que codiciaba tu alma se han apartado de ti; y todas las cosas delicadas y espléndidas se han apartado de ti, y no serán halladas más.
content_copy Apocalipsis 18 v. 15
Los comerciantes de estas cosas, que fueron enriquecidos por medio de ella, estarán allá a lo lejos, por temor de su tormento, llorando y lamentándose,
content_copy Apocalipsis 18 v. 16
diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, que iba vestida de lino fino blanco y de púrpura, y de escarlata, y adornada de oro, y de piedras preciosas, y de perlas;
content_copy Apocalipsis 18 v. 17
porque en una sola hora ha sido reducida a desolación tanta riqueza! Y todo piloto, y todos los que navegan a cualquiera parte, y los marineros, y cuantos ganan la vida en el mar, se pusieron a lo lejos,
content_copy Apocalipsis 18 v. 18
y daban alaridos, al mirar el humo de su incendio, diciendo: ¿Qué ciudad hubo semejante a aquella gran ciudad?
content_copy Apocalipsis 18 v. 19
Y arrojaban polvo sobre sus cabezas, y daban alaridos, llorando y lamentándose, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, en la cual se enriquecieron todos los que tenían naves en el mar, a causa de sus preciosidades; porque en una sola hora ha sido desolada!
content_copy Apocalipsis 18 v. 20
¡Regocíjate sobre ella, oh cielo, y vosotros, los santos y los apóstoles y los profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella!
content_copy Apocalipsis 18 v. 21
Y un ángel poderoso alzó una piedra, como si fuese una gran piedra de molino, y arrojóla en el mar, diciendo: Así con caída espantosa será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y no será hallada más.
content_copy Apocalipsis 18 v. 22
Y la voz de arpistas, y de músicos, y de tañedores de flautas, y de los que tocan clarines no se oirá más en ti; y ningún maestro de arte alguna se hallará más en ti; y el sonido del molino no se oirá más en ti;
content_copy Apocalipsis 18 v. 23
y la luz de una lámpara no brillará más en ti; y la voz del esposo y de la novia no se oirá más en ti; porque tus comerciantes eran los príncipes de la tierra; porque con tus hechizos fueron engañadas todas las naciones.
content_copy Apocalipsis 18 v. 24
Y en ella fué hallada la derramada sangre de profetas, y de santos, y de todos los que han sido degollados en la tierra.
content_copy Apocalipsis 19 v. 1
Y DESPUÉS de esto, oí como si fuese un grande estruendo de una gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! ¡La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios;
content_copy Apocalipsis 19 v. 2
porque verdaderos y justos son sus juicios; porque él ha juzgado a la gran ramera, la cual ha corrompido la tierra con su fornicación; y de manos de ella ha tomado venganza de la sangre de sus siervos!
content_copy Apocalipsis 19 v. 3
Y segunda vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.
content_copy Apocalipsis 19 v. 4
Y cayeron los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes, y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!
content_copy Apocalipsis 19 v. 5
Y una voz salió del trono, diciendo: ¡Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos, los que le teméis, pequeños y grandes!
content_copy Apocalipsis 19 v. 6
Y oí como si fuese el estruendo de una gran multitud, y como si fuese el estruendo de muchas aguas, y como si fuese el estruendo de poderosos truenos, que decían: ¡Aleluya; porque reina el Señor Dios Todopoderoso!
content_copy Apocalipsis 19 v. 7
¡Regocijémonos, y cantemos con júbilo, y démosle gloria! porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
content_copy Apocalipsis 19 v. 8
Y a ella le fué dado que se vistiese de lino fino blanco, resplandeciente y puro: porque el lino fino blanco es la perfecta justicia de los santos.
content_copy Apocalipsis 19 v. 9
Y él me dijo: Escribe: iBienaventurados aquellos que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero! Y díjome: Éstas son verdaderas palabras de Dios.
content_copy Apocalipsis 19 v. 10
Y caí a sus pies para adorarle. Y me dijo: ¡Guárdate de hacerlo! yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos, que mantienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.
content_copy Apocalipsis 19 v. 11
Y ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y hace guerra.
content_copy Apocalipsis 19 v. 12
Y sus ojos son una llama de fuego, y en su cabeza hay muchas diademas; y tiene un nombre escrito que nadie sabe sino él mismo.
content_copy Apocalipsis 19 v. 13
Y vestía una ropa rociada de sangre; y su nombre es EL VERBO DE DIOS.
content_copy Apocalipsis 19 v. 14
Y los ejércitos que están en el cielo le seguían, montados en caballos blancos, y vestidos de lino fino blanco y puro.
content_copy Apocalipsis 19 v. 15
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar de la fiereza de la ira de Dios Todopoderoso.
content_copy Apocalipsis 19 v. 16
Y en su vestidura y sobre su muslo tiene este nombre escrito: REY DE LOS REYES, Y SEÑOR DE LOS SEÑORES.
content_copy Apocalipsis 19 v. 17
Y ví a un ángel puesto de pie en el sol, el cual clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: ¡Venid, juntaos a la cena del gran Dios;
content_copy Apocalipsis 19 v. 18
para que comáis carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de valientes, y carne de caballos y de los que se sientan sobre ellos, y carne de los de toda clase, así libres como esclavos, así pequeños como grandes!
content_copy Apocalipsis 19 v. 19
Y ví a la bestia, y a los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra Aquel que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército.
content_copy Apocalipsis 19 v. 20
Y fué tomada la bestia, y con ella el falso profeta que había hecho prodigios en su presencia, con los cuales él había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y los que adoraban su imagen. Éstos dos fueron echados vivos en el lago de fuego que arde con azufre.
content_copy Apocalipsis 19 v. 21
Y los demás fueron muertos con la espada de aquel que estaba sentado sobre el caballo, espada que salía de su boca: y todas las aves se hartaron de las carnes de ellos.
content_copy Apocalipsis 20 v. 1
Y VÍ a un ángel bajar del cielo, teniendo la llave del abismo y una gran cadena en su mano.
content_copy Apocalipsis 20 v. 2
Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y le ató por mil años,
content_copy Apocalipsis 20 v. 3
y le arrojó en el abismo, al cual cerró, sellándolo sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen acabados los mil años; después de lo cual es menester que sea soltado por un poco de tiempo.
content_copy Apocalipsis 20 v. 4
Y ví tronos; y se sentaron sobre ellos; y les fué dada facultad de juicio: y las almas de los que habían sido degollados a causa del testimonio de Jesús, y a causa de la palabra de Dios, y cuantos no habían adorado a la bestia, ni a su imagen, y no habían recibido la marca en sus frentes ni sobre su mano; y vivieron, y reinaron con Cristo mil años.
content_copy Apocalipsis 20 v. 5
Los demás de los muertos no tornaron a vivir hasta que fuesen acabados los mil años. Ésta es la resurrección primera.
content_copy Apocalipsis 20 v. 6
¡Dichoso y santo es el que tiene parte en la resurrección primera! sobre los tales la segunda muerte no tiene poder; sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con éste mil años.
content_copy Apocalipsis 20 v. 7
Y cuando fueren acabados los mil años, Satanás será desatado de su prisión,
content_copy Apocalipsis 20 v. 8
y saldrá para extraviar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y Magog, a fin de congregarlos para la guerra; cuyo número es como las arenas del mar.
content_copy Apocalipsis 20 v. 9
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y cercaron el campamento de los santos en derredor, y la ciudad amada: y bajó fuego del cielo, y los devoró.
content_copy Apocalipsis 20 v. 10
Y el diablo que los había extraviado fué arrojado en el lago de fuego y azufre, endonde están también la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
content_copy Apocalipsis 20 v. 11
Y ví un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado lugar para ellos.
content_copy Apocalipsis 20 v. 12
Y ví a los muertos, pequeños y grandes, estar en pie delante del trono; y abriéronse los libros; abrióse también otro libro, que es el libro de la vida: y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los libros, según sus obras.
content_copy Apocalipsis 20 v. 13
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el sepulcro entregaron los muertos que había en ellos: y fueron juzgados cada uno conforme a sus obras.
content_copy Apocalipsis 20 v. 14
Y la muerte y el sepulcro fueron arrojados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
content_copy Apocalipsis 20 v. 15
Y cualquiera que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué arrojado en el lago de fuego.
content_copy Apocalipsis 21 v. 1
Y VÍ un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe.
content_copy Apocalipsis 21 v. 2
Y ví la santa ciudad, la nueva Jerusalem, descendiendo del cielo, desde Dios, preparada como una novia engalanada para su esposo.
content_copy Apocalipsis 21 v. 3
Y oí una gran voz procedente del cielo, que decía: ¡He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y el mismo Dios con ellos estará, como Dios suyo!
content_copy Apocalipsis 21 v. 4
Y limpiará toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; ni habrá más gemido, ni clamor, ni dolor; porque las cosas de antes han pasado ya.
content_copy Apocalipsis 21 v. 5
Y Aquel que estaba sentado sobre el trono, dijo: ¡He aquí yo hago nuevas todas las cosas! Y dijo: ¡Escríbelo; porque estas palabras son fieles y verdaderas!
content_copy Apocalipsis 21 v. 6
Y díjome: ¡Hecho está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tuviere sed, le daré a beber de la fuente del agua de la vida, de balde.
content_copy Apocalipsis 21 v. 7
El que venciere heredará todas las cosas; y yo seré su Dios, y el será mi hijo.
content_copy Apocalipsis 21 v. 8
Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.
content_copy Apocalipsis 21 v. 9
Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones llenos de las siete postreras plagas; y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Cordero.
content_copy Apocalipsis 21 v. 10
Y me llevó en el Espíritu a una montaña grande y alta, y me mostró la santa ciudad de Jerusalem, descendiendo del cielo, desde Dios;
content_copy Apocalipsis 21 v. 11
la cual tenía la gloria de Dios; y su luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, transparente como el cristal.
content_copy Apocalipsis 21 v. 12
Tenía un muro grande y alto, y tenía doce puertas, y en las puertas doce ángeles; y había nombres escritos en ellas, que son los nombres de las doce tribus de Israel.
content_copy Apocalipsis 21 v. 13
De la parte del oriente había tres puertas; de la parte del norte, tres puertas; de la parte del sur, tres puertas; y de la parte del occidente, tres puertas.
content_copy Apocalipsis 21 v. 14
Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
content_copy Apocalipsis 21 v. 15
Y el que hablaba conmigo tenía una vara de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.
content_copy Apocalipsis 21 v. 16
Y la ciudad es cuadrada, siendo su longitud igual a su anchura: y midió la ciudad con la vara, doce mil estadios. La longitud y la anchura y la altura son iguales.
content_copy Apocalipsis 21 v. 17
Y midió el muro de ella, ciento cuarenta y cuatro codos, medida del hombre, es decir, del ángel.
content_copy Apocalipsis 21 v. 18
Y el material de su muro era de jaspe; y la ciudad era oro puro, semejante a vidrio puro.
content_copy Apocalipsis 21 v. 19
Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda suerte de piedras preciosas. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
content_copy Apocalipsis 21 v. 20
el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
content_copy Apocalipsis 21 v. 21
Y las doce puertas eran doce perlas; cada puerta distinta era de una sola perla; y la plaza de la ciudad era de oro puro, como el vidrio transparente.
content_copy Apocalipsis 21 v. 22
Y no ví templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero son el templo de ella.
content_copy Apocalipsis 21 v. 23
Y la ciudad no tiene necesidad del sol ni de la luna, para alumbrar en ella: porque la gloria de Dios la ilumina, y la lumbrera de ella es el Cordero.
content_copy Apocalipsis 21 v. 24
Y las naciones andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traen a ella su gloria.
content_copy Apocalipsis 21 v. 25
Y sus puertas no se cerrarán jamás de día (pues no habrá allí noche);
content_copy Apocalipsis 21 v. 26
y atraerán a ella la gloria y la honra de las naciones.
content_copy Apocalipsis 21 v. 27
Y no entrará jamás en ella ninguna cosa inmunda, ni quien haga abominación, o diga mentira; sino solamente aquellos que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
content_copy Apocalipsis 22 v. 1
Y ME mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la plaza de la ciudad.
content_copy Apocalipsis 22 v. 2
Y de una y de otra parte del río, había el árbol de la vida, que lleva doce géneros de frutos, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones.
content_copy Apocalipsis 22 v. 3
Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estarán en ella, y sus siervos le servirán.
content_copy Apocalipsis 22 v. 4
Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
content_copy Apocalipsis 22 v. 5
Y no habrá ya más noche; y no necesitan luz de lámpara, ni luz del sol; porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán por los siglos de los siglos.
content_copy Apocalipsis 22 v. 6
Y díjome: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que pronto han de suceder.
content_copy Apocalipsis 22 v. 7
He aquí, yo vengo presto. Bienaventurado aquel que guarda las palabras de la profecía de este libro.
content_copy Apocalipsis 22 v. 8
Y yo Juan soy el que oí y ví estas cosas. Y cuando las hube oído y visto, caí sobre mi rostro, para adorar delante de los pies del ángel que me había mostrado estas cosas.
content_copy Apocalipsis 22 v. 9
Y él me dijo: ¡Guárdate de hacerlo; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro! ¡Adora a Dios!
content_copy Apocalipsis 22 v. 10
Y díjome: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.
content_copy Apocalipsis 22 v. 11
¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo!
content_copy Apocalipsis 22 v. 12
He aquí, yo vengo presto, y mi galardón está conmigo, para dar la recompensa a cada uno según sea su obra.
content_copy Apocalipsis 22 v. 13
Yo soy, el Alpha y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
content_copy Apocalipsis 22 v. 14
Bienaventurados aquellos que lavan sus ropas, para que tengan derecho de llegar al árbol de la vida, y que puedan entrar por las puertas en la ciudad.
content_copy Apocalipsis 22 v. 15
Excluídos están los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y cada uno que ama y obra la mentira.
content_copy Apocalipsis 22 v. 16
Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas a las iglesias. Yo soy la raíz y el vástago de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
content_copy Apocalipsis 22 v. 17
Y el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye, diga: ¡Ven! y el que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!
content_copy Apocalipsis 22 v. 18
Yo testifico a cada uno que oye las palabras de la profecía de este Libro: ¡Si alguno pusiere adición a ellas, pondrá Dios sobre él las plagas que están escritas en este libro: