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content_copy Romanos 8 v. 15
Porque no recibisteis espíritu de servidumbre otra vez, para estar con temor; mas recibisteis espíritu de adopción, en virtud del cual nosotros clamamos: Abba, Padre.
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El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios;
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y si hijos, luego herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es así que sufrimos con él, para que también seamos glorificados con él.
content_copy Romanos 8 v. 18
Pues yo estimo que los padecimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que ha de ser revelada en nosotros.
content_copy Romanos 8 v. 19
Porque la ardiente expectación de la creación aguarda la manifestación de los hijos de Dios.
content_copy Romanos 8 v. 20
Porque la creación fué hecha sujeta a vanidad, no de voluntad suya, sino a causa de aquel que la sujetó,
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con esperanza de que también la creación misma será libertada de la servidumbre de corrupción, y admitida en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
content_copy Romanos 8 v. 22
Porque sabemos que la creación entera gime juntamente con nosotros, y a una está en dolores de parto hasta ahora.
content_copy Romanos 8 v. 23
Y no tan sólo así, sino que nosotros también, que tenemos las primicias del Espíritu, sí, nosotros mismos gemimos dentro de nosotros, aguardando la adopción, es decir, la redención de nuestro cuerpo.
content_copy Romanos 8 v. 24
Porque somos salvados en esperanza: pero la esperanza que ya se ve, no es esperanza; ¿pues quién espera lo que ya ve?
content_copy Romanos 8 v. 25
Mas si esperamos lo que no vemos aún, con paciencia lo aguardamos.
content_copy Romanos 8 v. 26
De igual manera el Espíritu también ayuda nuestra flaqueza: porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo hace intercesión por nosotros, con gemidos que no pueden explicarse con palabras.
content_copy Romanos 8 v. 27
Mas el que escudriña los corazones sabe cual sea la mente del Espíritu; pues él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
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Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito.
content_copy Romanos 8 v. 29
Porque a los que conoció en su presciencia, los predestinó también para ser conformados a la imagen de su Hijo; para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos.
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Y a los que predestinó, los llamó también; y a los que llamó, los justificó también; y a los que justificó, también los glorificó.
content_copy Romanos 8 v. 31
¿Qué pues diremos a estas cosas? si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?
content_copy Romanos 8 v. 32
El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia, todas las cosas juntamente con él?
content_copy Romanos 8 v. 33
¿Quién pondrá acusación contra los escogidos de Dios? Dios es el que justifica;
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¿quién es el que condena? ¡Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fué levantado de entre los muertos; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros!
content_copy Romanos 8 v. 35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿la tribulación? ¿o la angustia? ¿o la persecución? ¿o el hambre? ¿o la desnudez? ¿o el peligro? ¿o la espada?
content_copy Romanos 8 v. 36
(según está escrito: Por tú causa somos muertos todos los días; somos reputados como ovejas para el matadero.)
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Al contrario, en todas estas cosas somos vencedores, y más aún, por medio de aquel que nos amó.
content_copy Romanos 8 v. 38
Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir,
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ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada será poderosa para separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor.
content_copy Romanos 9 v. 1
DIGO verdad en Cristo, no miento, dando testimonio conmigo mi conciencia en el Espíritu Santo,
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que tengo gran dolor y angustia incesante en mi corazón.
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Porque soy capaz de desear el ser yo mismo anatema de Cristo, a causa de mis hermanos, mis parientes según la carne:
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los cuales son israelitas, de quienes son la adopción, y la gloria, y los pactos, y la promulgación de la ley, y el culto verdadero, y las promesas;
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de quienes son los padres, y procedente de quienes, según la carne, vino el Cristo; ¡el cual es sobre todos, Dios bendito para siempre!
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Mas no es como si hubiese faltado la palabra de Dios; porque no todos son Israel, que son de Israel;
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ni por cuanto son linaje de Abraham, son todos ellos hijos; mas según fué dicho: En Isaac te será llamada descendencia.
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Esto es, que no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios; mas los hijos de la promesa son contados por descendencia.
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Porque está fué la palabra de promesa: Por este tiempo, el año entrante, vendré, y Sara tendrá un hijo.
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Y no sólo así, sino que, habiendo concebido Rebeca dos hijos de uno mismo, es a saber, de nuestro padre Isaac;—
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pues no habiendo ellos aún nacido, ni habiendo hecho cosa buena ni mala, para que el propósito de Dios, conforme a elección, estuviese firme, no por parte de obras, sino de aquel que llama,—
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le fué dicho: El mayor será siervo del menor.
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Así como está escrito: Amé a Jacob, mas a Esaú le aborrecí.
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¿Qué pues diremos? ¿Hay acaso injusticia por parte de Dios? ¡No se diga nunca!
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Pues él mismo dice a Moisés: Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y tendré compasión de quien tenga compasión.
content_copy Romanos 9 v. 16
Así pues no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
content_copy Romanos 9 v. 17
Porque dice la Escritura a Faraón: Para esto mismo yo te levanté, para que manifestara en ti mi poder, y para que fuese publicado mi nombre por toda la tierra.
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Así pues de quien quiere, tiene misericordia; y a quien quiere, endurece.
content_copy Romanos 9 v. 19
Tú pues me dirás: ¿Por qué entonces se queja aún? porque ¿quién contrarresta su voluntad?
content_copy Romanos 9 v. 20
Antes bien, ¡oh hombre! ¿quién eres tú que replicas contra Dios? ¿Acaso el vaso labrado dirá al que lo labró: Por qué me has hecho así?
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¿O será que el alfarero no tiene derecho sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
content_copy Romanos 9 v. 22
¿Y qué hay si Dios, queriendo manifestar su ira, y dar a conocer su poder, sufriera con mucha y larga paciencia vasos de ira, dispuestos ya para perdición,
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a fin de dar a conocer también las riquezas de su gloria en vasos de misericordia, que él ha preparado antes para la gloria;
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es a saber, en nosotros, a quienes también él ha llamado, no sólo de judíos sino también de gentiles?
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Como dice además en Oseas: Llamaré pueblo mío, al que no era mi pueblo, y amada, a la que no era amada.
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Y será que en el lugar donde les fué dicho: No sois mi pueblo; allí mismo serán llamados hijos del Dios vivo.
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E Isaías clama respecto de Israel: Aun cuando el número de los hijos de Israel fuere como las arenas del mar, un resto solamente será salvo;
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porque el Señor ejecutará su obra en la tierra, acabándola y acortándola.
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Y, como Isaías había dicho antes: Si el Señor de Sabaot no nos hubiera dejado posteridad, hubiéramos venido a ser como Sodoma, y habríamos sido semejantes a Gomorra.
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¿Qué pues diremos? Que los gentiles, los cuales no siguieron tras justicia, consiguieron justicia, la justicia que es de fe;
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mas Israel, siguiendo tras ley de justicia, no alcanzó a esa ley.
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¿Por qué? Porque siguió tras ella no por fe, sino como si la justicia pudiera alcanzarse por obras; pues tropezaron en la piedra de tropiezo;
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según está escrito: He aquí que yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y roca de ofensa; y el que creyere en ella no quedará avergonzado.
content_copy Romanos 10 v. 1
HERMANOS, el deseo de mi corazón y mi súplica a Dios, a favor de ellos, es que sean salvos.
content_copy Romanos 10 v. 2
Porque les doy testimonio que tienen celo por Dios, pero no según ciencia.
content_copy Romanos 10 v. 3
Porque siendo ignorantes de la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios:
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porque Cristo es el fin de la ley para justicia, a todo creyente.
content_copy Romanos 10 v. 5
Pues Moisés escribe respecto de la justicia que es de la ley, que el hombre que hiciere las tales cosas, vivirá por ellas.
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Mas la justicia que es de fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo:)
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o, ¿Quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.)
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Pero ¿qué dice? La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón; es decir, la palabra de fe que nosotros predicamos:
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Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo:
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porque con el corazón se cree para alcanzar justicia, y con la boca se hace confesión para salvación.
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Porque dice la Escritura: Todo aquel que creyere en él, no será avergonzado.
content_copy Romanos 10 v. 12
Pues no hay distinción entre judío y griego; puesto que uno mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan:
content_copy Romanos 10 v. 13
porque dice la Escritura: Todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvó.
content_copy Romanos 10 v. 14
¿Cómo pues invocarán a aquel en quien no han creído? y ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? y ¿cómo oirán, sin predicador?
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y ¿cómo predicarán, si no fueren enviados? así como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que traen buenas nuevas de bendiciones!
content_copy Romanos 10 v. 16
Pero no todos escucharon las buenas nuevas. Porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?
content_copy Romanos 10 v. 17
Por manera que la fe viene del oír, y el oír es por medio de la palabra de Dios.
content_copy Romanos 10 v. 18
Mas digo: ¿Acaso no oyeron? Sí, verdaderamente, su melodía ha salido por toda la tierra, y sus palabras hasta los extremos del mundo.
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Mas digo: ¿Israel acaso no sabía? En primer lugar, Moisés dice: Os provocaré a celos con la que no es nación, con una nación necia os provocaré a ira.
content_copy Romanos 10 v. 20
E Isaías también dice muy claramente: Fuí hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.
content_copy Romanos 10 v. 21
Mas en cuanto a Israel, dice: Todo el día he extendido mis manos a un pueblo desobediente y contradictor.
content_copy Romanos 11 v. 1
DIGO pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡No por cierto! porque yo también soy israelita, de la estirpe de Abraham, de la tribu de Benjamín:
content_copy Romanos 11 v. 2
no ha desechado Dios al pueblo suyo, a quien conoció en su presciencia. ¿No sabéis acaso lo que dice la Escritura en la historia de Elías, cómo éste intercede con Dios contra Israel, diciendo:
content_copy Romanos 11 v. 3
¡Señor! ellos han muerto a tus profetas, y demolido tus altares; y yo soy dejado solo, y buscan mi vida?
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Mas ¿qué le dice la respuesta de Dios? Me he reservado siete mil hombres, los cuales no han doblado la rodilla ante Baal.
content_copy Romanos 11 v. 5
Asimismo pues, en este tiempo actual también, existe un resto según la elección de gracia.
content_copy Romanos 11 v. 6
Y si es de gracia, ya no es de obras; de otra manera la gracia no es ya gracia.
content_copy Romanos 11 v. 7
¿Qué diremos pues? Que Israel no alcanzó lo que buscaba; pero los escogidos lo alcanzaron, y los demás fueron endurecidos;
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según está escrito: Les ha dado Dios espíritu de sueño profundo, ojos que no ven, y oídos que no oyen, hasta el día de hoy.
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Y David dice: ¡Su mesa les sea hecha un lazo y una trampa, y un tropezadero y una retribución;
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obscurézcanseles los ojos para que no vean, y doblégales siempre el espinazo!
content_copy Romanos 11 v. 11
Digo pues: ¿Tropezaron acaso para que cayesen? ¡No por cierto! al contrario, por la transgresión de ellos vino la salvación a las naciones, para provocarles a celos a ellos mismos.
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Y si la transgresión de ellos fué la riqueza del mundo, y su pérdida, la riqueza de las naciones, ¿cuánto más, lo será su plenitud?
content_copy Romanos 11 v. 13
Mas hablo a los que son gentiles: por lo mismo pues que soy apóstol de los gentiles, glorifico mi ministerio;
content_copy Romanos 11 v. 14
por si acaso pueda provocar a celos a los que son mi carne, y salvar a algunos de ellos.
content_copy Romanos 11 v. 15
Pues si el desechamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de entre los muertos?
content_copy Romanos 11 v. 16
Y si las primicias son santas, también lo es el conjunto; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
content_copy Romanos 11 v. 17
Mas si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, que eres un acebuche, has sido ingertado entre ellas, y hecho partícipe con ellas de la raíz y grosura del olivo,
content_copy Romanos 11 v. 18
¡no te jactes contra las ramas: y si te jactas, acuérdate que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti!
content_copy Romanos 11 v. 19
Dirás pues: Algunas ramas fueron quebradas para que yo fuese ingertado.
content_copy Romanos 11 v. 20
Bien; a causa de su incredulidad fueron quebradas, y por la fe tú estás en pie. No te engrías, antes teme;
content_copy Romanos 11 v. 21
pues si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.