Concordancia
- Hechos 2 v. 31
- él, previendo esto, habló respecto de la resurrección del Mesías, que él no hubiese de ser dejado entre los muertos, ni su cuerpo hubiese de ver corrupción.
- Hechos 2 v. 32
- A este Jesús le ha resucitado Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
- Hechos 2 v. 33
- Siendo pues por la diestra de Dios ensalzado, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, él ha derramado esto que veis y oís.
- Hechos 2 v. 35
- hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies!
- Hechos 2 v. 36
- ¡Sepa pues certísimamente toda la casa de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este mismo Jesús a quien vosotros crucificasteis!
- Hechos 2 v. 37
- Y habiendo ellos oído estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y los otros apóstoles: ¡Varones hermanos! ¿qué haremos?
- Hechos 2 v. 38
- Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!
- Hechos 2 v. 39
- Pues para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos de él, a cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
- Hechos 2 v. 40
- Y con otras muchas palabras testificaba, y les exhortaba, diciendo: ¡Salvaos de esta generación perversa!
- Hechos 2 v. 41
- Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.
- Hechos 2 v. 42
- Y continuaban perseverando todos en la enseñanza de los apóstoles, y en la comunión unos con otros, en el partir el pan, y en las oraciones.
- Hechos 2 v. 43
- Y tuvo toda persona temor, y muchas maravillas y señales fueron hechas por medio de los apóstoles.
- Hechos 2 v. 44
- Y todos los creyentes estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes.
- Hechos 2 v. 45
- Y vendían las posesiones y las propiedades, y repartieron el producto de ellas entre todos, según cada cual tenía necesidad.
- Hechos 2 v. 46
- Y de día en día asistían constantemente en el Templo; y partiendo el pan en casa, tomaban el alimento con alegría y con sencillez de corazón,
- Hechos 2 v. 47
- alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía a la Iglesia los salvados, de día en día.
- Hechos 3 v. 1
- PEDRO y Juan subían un día al Templo, a la hora de la oración, que era la de nona.
- Hechos 3 v. 2
- Y cierto hombre, cojo desde el seno de su madre, era llevado, a quien ponían diariamente a la puerta del Templo llamada la Hermosa, para pedir limosna de los que entraban en el Templo;
- Hechos 3 v. 3
- el cual, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna.
- Hechos 3 v. 4
- Entonces Pedro, clavando en él la vista, juntamente con Juan, dijo: Mira a nosotros.
- Hechos 3 v. 5
- Y él les estaba atento, esperando recibir de ellos alguna cosa.
- Hechos 3 v. 6
- Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo, eso te doy: ¡En el nombre de Jesucristo el Nazareno, levántate y anda!
- Hechos 3 v. 7
- Y trabándole de la diestra, le levantó: y al instante fueron robustecidos sus pies y tobillos;
- Hechos 3 v. 8
- y saltando, se puso en pie, y echó a andar; y entró juntamente con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
- Hechos 3 v. 9
- Y todo el pueblo le vió andando y alabando a Dios.
- Hechos 3 v. 10
- Y le conocían que era el mismo que solía estar sentado a la limosna, a la puerta, la Hermosa, del Templo; y se quedaron llenos de admiración, y atónitos, a causa de lo que había acontecido.
- Hechos 3 v. 11
- Y estando él asido de Pedro y de Juan, vino corriendo todo el pueblo hacia ellos, en el pórtico llamado de Salomón, sumamente maravillado.
- Hechos 3 v. 12
- Y viendo esto Pedro, respondió al pueblo: ¡Varones israelitas! ¿por qué os admiráis de esto? ¿o por qué claváis la vista en nosotros, como si por nuestro propio poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre?
- Hechos 3 v. 13
- El Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a, quien vosotros entregasteis, y negasteis delante de la presencia de Pilato, habiendo éste decidido soltarle.
- Hechos 3 v. 14
- Mas vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os concediera como favor un hombre homicida;
- Hechos 3 v. 15
- y disteis muerte al Autor de la vida; a quien Dios ha resucitado de entre los muertos: de lo cual nosotros somos testigos.
- Hechos 3 v. 16
- Y por medio de la fe en su nombre, a éste, a quien vosotros veis y conocéis, su nombre le ha fortalecido; y la fe que es por medio de él le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros.
- Hechos 3 v. 17
- Y ahora, hermanos, yo sé que en ignorancia lo hicisteis vosotros, así como lo hicieron vuestros gobernantes:
- Hechos 3 v. 18
- mas lo que Dios había antes anunciado por boca de los profetas, que había de padecer su Cristo, lo ha cumplido así.
- Hechos 3 v. 19
- ¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor;
- Hechos 3 v. 20
- y para que él envíe a aquel Mesías, que antes ha sido designado para vosotros, es decir, Jesús;
- Hechos 3 v. 21
- a quien es necesario que el cielo reciba, hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de la cual habló Dios por boca de sus santos profetas, que ha habido desde la antigüedad.
- Hechos 3 v. 22
- Porque Moisés en verdad dijo: El Señor vuestro Dios os levantará un Profeta, de entre vuestros hermanos, semejante a mí; a él habéis de oír, conforme a todo lo que os hablare.
- Hechos 3 v. 23
- Y será que toda alma que no obedeciere a aquel Profeta será exterminada de entre el pueblo.
- Hechos 3 v. 24
- Y asimismo todos los profetas, desde Samuel, y los que le sucedieron, cuantos han hablado, ellos también han anunciado estos días.
- Hechos 3 v. 25
- Vosotros sois hijos de los profetas, y del pacto que hizo Dios con vuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.
- Hechos 3 v. 26
- A vosotros primero, habiendo resucitado Dios a su siervo Jesús, le ha enviado para bendeciros, apartando a cada uno de vosotros de sus iniquidades.
- Hechos 4 v. 1
- EMPERO mientras hablaban al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes, con el a capitán del Templo y los saduceos,
- Hechos 4 v. 2
- indignados de que enseñasen al pueblo, y proclamasen en nombre de Jesús la resurrección de entre los muertos.
- Hechos 4 v. 3
- Y les echaron mano, y los pusieron en la prisión hasta la mañana; porque era ya tarde.
- Hechos 4 v. 4
- Muchos, sin embargo, de los que habían oído la palabra, creyeron; y vino a ser el número de los hombres como cinco mil.
- Hechos 4 v. 5
- Y aconteció, al día siguiente, que se juntaron sus gobernantes, y los ancianos, y los escribas en Jerusalem:
- Hechos 4 v. 6
- y Annás sumo sacerdote estaba allí, y Caifás, y Juan, y Alejandro, y cuantos eran del linaje de los sumos sacerdotes.
- Hechos 4 v. 7
- Y habiéndolos puesto en medio de ellos, les preguntaron: ¿Con qué poder, y en qué nombre habéis hecho esto?
- Hechos 4 v. 8
- Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
- Hechos 4 v. 9
- si nosotros el día de hoy somos interrogados, respecto de la buena obra hecha a un hombre enfermo, en virtud de quién haya sido sanado,
- Hechos 4 v. 10
- sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis, a quien Dios resucitó de entre los muertos, y por la virtud de él mismo, éste se presenta aquí delante de vosotros sano.
- Hechos 4 v. 11
- Ésta es la piedra que fué desechada de vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
- Hechos 4 v. 12
- Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.
- Hechos 4 v. 13
- Y viendo ellos el denuedo de Pedro y de Juan, y percibiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y al fin los reconocían, que eran de los que habían estado con Jesús.
- Hechos 4 v. 14
- Y viendo al hombre que había sido sanado, de pie en medio de ellos, nada podían decir en contra.
- Hechos 4 v. 15
- Empero habiéndoles mandado que saliesen del Sinedrio, conferenciaban entre sí,
- Hechos 4 v. 16
- diciendo: ¿Qué hemos de hacer con estos hombres? porque es evidente a todos los que habitan en Jerusalem, que un milagro notable ha sido hecho por medio de ellos; y nosotros no lo podemos negar.
- Hechos 4 v. 17
- Sin embargo, para que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos, mandando que de aquí en adelante no hablen en este nombre a hombre alguno.
- Hechos 4 v. 18
- Y habiéndolos llamado, les mandaron que no hablasen absolutamente ni enseñasen en el nombre de Jesús.
- Hechos 4 v. 19
- Pedro y Juan empero respondieron y les dijeron: ¡Juzgad vosotros si es justo delante de Dios escucharos a vosotros más bien que a Dios!
- Hechos 4 v. 20
- pues en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar las cosas que hemos visto y oído.
- Hechos 4 v. 21
- De manera que habiéndolos amenazado todavía más, los soltaron, no hallando cómo castigarlos, a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que había sido hecho:
- Hechos 4 v. 22
- porque era de más de cuarenta años el hombre en quien fué hecho este milagro de curación.
- Hechos 4 v. 23
- Puestos pues en libertad, volvieron a los suyos, y refirieron todo cuanto les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos.
- Hechos 4 v. 24
- Ellos entonces, cuando lo oyeron, levantaron unánimes la voz a Dios, diciendo: ¡Señor! tú eres el Dios que hiciste el cielo, y la tierra, y el mar, y todo cuanto hay en ellos;
- Hechos 4 v. 25
- que por boca de tu siervo David dijiste: ¿Por qué se amotinaron las naciones, y los pueblos meditaron vanos proyectos?
- Hechos 4 v. 26
- Pusiéronse en pie los reyes de la tierra, y los príncipes a una se juntaron contra el Señor y contra su Cristo
- Hechos 4 v. 27
- porque a la verdad se juntaron, en esta ciudad, contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes, y Poncio Pilato, con los gentiles, y las tribus de Israel,
- Hechos 4 v. 28
- para hacer todo cuanto tu mano y tu consejo habían predeterminado que había de hacerse.
- Hechos 4 v. 29
- ¡Ahora pues, Señor, mira las amenazas de ellos; y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,
- Hechos 4 v. 30
- mientras tú extiendas la mano para sanar, de manera que señales y maravillas sean hechas en el nombre de tu santo siervo Jesús!
- Hechos 4 v. 31
- Y habiendo ellos orado, fué sacudido el lugar donde estaban congregados; y fueron todos llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo.
- Hechos 4 v. 32
- Y la muchedumbre de los creyentes era de un mismo corazón y de una misma alma; y ninguno decía ser suya propia cosa alguna de las que poseía; mas todas las cosas les eran comunes.
- Hechos 4 v. 33
- Y con gran poder dieron testimonio los apóstoles de la resurrección del Señor Jesús; y mucha gracia estaba sobre todos ellos.
- Hechos 4 v. 34
- Porque no había ningún indigente entre ellos; pues cuantos eran poseedores de campos, y de casas, los vendían, y traían los valores de las cosas vendidas,
- Hechos 4 v. 35
- y los ponían a los pies de los apóstoles; y se hacía distribución a cada uno según cualquiera de ellos tuviese necesidad.
- Hechos 4 v. 36
- Y José, que por los apóstoles fué apellidado Bernabé (que traducido quiere decir, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,
- Hechos 4 v. 37
- teniendo un campo, lo vendió: y trayendo el dinero, lo puso a los pies de los apóstoles.
- Hechos 5 v. 1
- MAS cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión;
- Hechos 5 v. 2
- y sustrayendo parte de su valor, conociéndolo también su mujer, trajo cierta parte, y la puso a los pies de los apóstoles.
- Hechos 5 v. 3
- Pedro entonces le dijo: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrayeses parte del valor del campo?
- Hechos 5 v. 4
- Quedándose como estaba, ¿no se te quedaba para ti? y vendido, ¿no estaba en tu mismo poder? ¿Cómo es que has concebido esta cosa en tu corazón? ¡no has mentido a los hombres, sino a Dios!
- Hechos 5 v. 5
- Y oyendo Ananías estas palabras, cayó, y expiró: y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.
- Hechos 5 v. 6
- Y levantándose los jóvenes, le envolvieron, y sacándolo fuera, lo sepultaron.
- Hechos 5 v. 7
- Y como al cabo de tres horas, entró su mujer, sin saber lo que había acontecido.
- Hechos 5 v. 8
- Y Pedro le respondió: Dime, si vendisteis el campo en tanto. Y ella dijo: Sí, en tanto.
- Hechos 5 v. 9
- Pedro entonces le dijo: ¿Cómo es que habéis convenido entre vosotros para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que sepultaron a tu marido, y a ti también te sacarán.
- Hechos 5 v. 10
- Y luego al punto cayó ella a sus pies, y expiró: y entrando los jóvenes la hallaron muerta; y sacándola, la sepultaron al lado de su marido.
- Hechos 5 v. 11
- Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre cuantos oyeron estas cosas.
- Hechos 5 v. 12
- Y por las manos de los apóstoles fueron hechas muchas señales y maravillas entre el pueblo; y de común acuerdo se reunían todos en el Pórtico de Salomón;
- Hechos 5 v. 13
- y de los demás ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los engrandecía;
- Hechos 5 v. 14
- y en mayor número fueron añadidos al Señor creyentes, multitudes de hombres y de mujeres:
- Hechos 5 v. 15
- de tal manera que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, su sombra siquiera cayese sobre alguno que otro de ellos.
- Hechos 5 v. 16
- Concurrió también el populacho de las ciudades de en derredor de Jerusalem, trayendo los enfermos y los atormentados de espíritus inmundos; los cuales fueron sanados todos.
- Hechos 5 v. 17
- Entonces levantóse el sumo sacerdote, y todos los que obraban de acuerdo con él (que era la secta de los saduceos), y, llenos de celos,
- Hechos 5 v. 18
- echaron mano sobre los apóstoles, y los metieron en la cárcel pública.
- Hechos 5 v. 19
- Mas un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos fuera, dijo:
- Hechos 5 v. 20
- Andad, y puestos en pie en el Templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.
- Hechos 5 v. 21
- Oyendo pues esto, ellos entraron en el Templo, al despuntar el alba, y enseñaban. Entretanto, viniendo el sumo sacerdote y los que obraban de acuerdo con él, convocaron el Sinedrio, y todo el senado de los hijos de Israel; y enviaron a la prisión para hacerlos traer.