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content_copy Mateo 26 v. 32
Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
content_copy Mateo 26 v. 33
Mas Pedro respondiendo, le dijo: Aunque todos se escandalizaren en ti, nunca jamás me escandalizaré yo.
content_copy Mateo 26 v. 34
Jesús le dice: En verdad te digo, que esta noche, antes del canto del gallo, me negarás tres veces.
content_copy Mateo 26 v. 35
Dícele Pedro: Aun cuando me sea necesario morir contigo, de ninguna manera te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
content_copy Mateo 26 v. 36
Entonces viene Jesús con ellos a un huerto llamado Getsemaní; y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, hasta que yo vaya allá y ore.
content_copy Mateo 26 v. 37
Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse, y a angustiarse mucho.
content_copy Mateo 26 v. 38
Entonces les dice: Tristísima está mi alma, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
content_copy Mateo 26 v. 39
Y pasando un poco más adelante, cayó sobre su rostro, y oró, diciendo: ¡Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa! mas no como yo quiero, sino como tú.
content_copy Mateo 26 v. 40
Y vino a sus discípulos, y los halló dormidos; y dijo a Pedro: ¿De modo que no habéis podido velar conmigo una sola hora?
content_copy Mateo 26 v. 41
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu en verdad está pronto, mas la carne débil.
content_copy Mateo 26 v. 42
Se fué de nuevo, por segunda vez, y oró diciendo: ¡Padre mío, si esta copa no puede pasar, sin que yo la beba, hágase tu voluntad!
content_copy Mateo 26 v. 43
Y viniendo otra vez, los halló dormidos; porque sus ojos estaban cargados de sueño.
content_copy Mateo 26 v. 44
Y dejándolos de nuevo, se fué, y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
content_copy Mateo 26 v. 45
Entonces viene a los discípulos, y les dice: Dormid lo que resta del tiempo, y descansad. He aquí, la hora está cerca, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
content_copy Mateo 26 v. 46
Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.
content_copy Mateo 26 v. 47
Y mientras aun hablaba, he aquí que Judas, uno de los doce, vino; y con él una gran multitud, con espadas y palos, por parte de los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo.
content_copy Mateo 26 v. 48
Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle.
content_copy Mateo 26 v. 49
Y luego, llegándose a Jesús, le dijo: ¡Dios te guarde, Rabbí! y le besó.
content_copy Mateo 26 v. 50
Y Jesús le dijo: Amigo, cumple aquello a que vienes. Entonces se llegaron los alguaciles, y echando mano de Jesús, le prendieron.
content_copy Mateo 26 v. 51
Y he aquí que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.
content_copy Mateo 26 v. 52
Entonces le dice Jesús: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que toman la espada, a espada perecerán.
content_copy Mateo 26 v. 53
¿O acaso piensas tú que no puedo orar a mi Padre, y él, ahora mismo, pondría a mi servicio más de doce legiones de ángeles?
content_copy Mateo 26 v. 54
¿Pero cómo se cumplirían entonces las Escrituras, que es menester que sea hecho así?
content_copy Mateo 26 v. 55
En aquella hora dijo Jesús a las turbas de gente: ¿Habéis salido a prenderme, como a un ladrón, con espadas y con palos? Todos los días me sentaba en el Templo, enseñando, y no me prendisteis.
content_copy Mateo 26 v. 56
Mas todo esto ha sucedido, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
content_copy Mateo 26 v. 57
Y los que habían prendido a Jesús le llevaron a casa de Caifás, sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos estaban reunidos.
content_copy Mateo 26 v. 58
Y Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando dentro; se sentó con los alguaciles, para ver el fin.
content_copy Mateo 26 v. 59
Y los jefes de los sacerdotes y todo el Sinedrio buscaban falso testimonio contra Jesús, para hacerle morir;
content_copy Mateo 26 v. 60
pero no lo hallaron adecuado; aunque muchos falsos testigos se presentaron. Mas al fin vinieron dos,
content_copy Mateo 26 v. 61
que dijeron: Éste dijo: Tengo poder de derribar el Templo de Dios, y de reedificarlo en tres días.
content_copy Mateo 26 v. 62
Entonces se puso en pie el sumo sacerdote, y le dijo: ¿No respondes nada? ¿qué hay de lo que éstos testifican contra ti?
content_copy Mateo 26 v. 63
Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios vivo, que nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios!
content_copy Mateo 26 v. 64
Jesús le dice: Tú lo has dicho; y aunque no lo creáis, sin embargo os digo, que en adelante habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder divino, yviniendo sobre las nubes del cielo.
content_copy Mateo 26 v. 65
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿qué más necesidad tenemos de testigos? ¡He aquí, ahora habéis oído la blasfemia!
content_copy Mateo 26 v. 66
¿Qué os parece? Y ellos respondiendo, dijeron: ¡Digno es de muerte!
content_copy Mateo 26 v. 67
Entonces le escupieron en la cara, y le dieron de bofetadas; y otros le herían a puñadas,
content_copy Mateo 26 v. 68
diciendo: ¡Profetízanos, oh Cristo! ¿quién es el que te pegó?
content_copy Mateo 26 v. 69
Pedro entretanto estaba sentado fuera en el patio; y se acercó a él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el galileo estabas.
content_copy Mateo 26 v. 70
Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que tú dices.
content_copy Mateo 26 v. 71
Y saliendo al portón, le vió otra; y dijo a los que allí estaban: Éste también estaba con Jesús el Nazareno.
content_copy Mateo 26 v. 72
Y negó otra vez con juramento, diciendo: No conozco a ese hombre.
content_copy Mateo 26 v. 73
Y un poco después, acercándose los que estaban allí en pie, dijeron a Pedro: Verdaderamente tú también eres uno de ellos, porque aun tu dialecto te pone de manifiesto.
content_copy Mateo 26 v. 74
Entonces comenzó a echarse maldiciones, y a jurar, diciendo: ¡No conozco a ese hombre! Y al instante cantó un gallo.
content_copy Mateo 26 v. 75
Y acordóse Pedro de la palabra que Jesús había dicho: Antes del canto del gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
content_copy Mateo 27 v. 1
Y VENIDA la madrugada, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consulta contra Jesús, para hacerle morir.
content_copy Mateo 27 v. 2
Y habiéndole atado, le llevaron, y le entregaron a Pilato, el gobernador.
content_copy Mateo 27 v. 3
Entonces Judas, que le había entregado, viendo que era condenado, lleno de remordimiento, devolvió los treinta siclos de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos,
content_copy Mateo 27 v. 4
diciendo: ¡Pequé, entregando sangre inocente! Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? ¡viéraslo tú!
content_copy Mateo 27 v. 5
Y tirando los siclos de plata hacia el Santuario, partió, y fué, y se ahorcó.
content_copy Mateo 27 v. 6
Y los jefes de los sacerdotes, recogiendo los siclos de plata, dijeron: No es lícito echarlos en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
content_copy Mateo 27 v. 7
Mas habida consulta, compraron con ellos el Campo del Alfarero, para sepultura de extranjeros.
content_copy Mateo 27 v. 8
Por lo cual aquel campo ha sido llamado Campo de Sangre, hasta el día de hoy.
content_copy Mateo 27 v. 9
Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron los treinta siclos de plata, valor del valorado, que avaluaron por parte de los hijos de Israel;
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y diéronlos por el campo del alfarero, como el Señor me ordenó.
content_copy Mateo 27 v. 11
Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los Judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
content_copy Mateo 27 v. 12
Y cuando fué acusado por los jefes de los sacerdotes y los ancianos, nada respondió.
content_copy Mateo 27 v. 13
Entonces Pilato le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
content_copy Mateo 27 v. 14
Mas no le respondió, ni siquiera a una sola palabra; de manera que el gobernador se maravillaba mucho.
content_copy Mateo 27 v. 15
Empero en cada fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo algún preso, a quien ellos quisieran.
content_copy Mateo 27 v. 16
Y tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás.
content_copy Mateo 27 v. 17
Estando ellos, pues, reunidos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte? ¿a Barrabás, o a Jesús, que es llamado Cristo?
content_copy Mateo 27 v. 18
pues sabía que por envidia le habían entregado.
content_copy Mateo 27 v. 19
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo: Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.
content_copy Mateo 27 v. 20
Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron al pueblo que pidiesen a Barrabás, y destruyesen a Jesús.
content_copy Mateo 27 v. 21
Así que respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: ¡A Barrabás!
content_copy Mateo 27 v. 22
Díceles Pilato: ¿Qué haré, pues, de Jesús que es llamado Cristo? Dicen todos: ¡Sea crucificado!
content_copy Mateo 27 v. 23
Mas el gobernador dijo: Pues, ¿qué mal ha hecho? Pero ellos clamaban con mayor vehemencia: ¡Sea crucificado!
content_copy Mateo 27 v. 24
Viendo, pues, Pilato que nada adelantaba, sino se iba haciendo un tumulto, tomó agua, y lavóse las manos en presencia del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.
content_copy Mateo 27 v. 25
Y todo el pueblo respondiendo, dijo: ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!
content_copy Mateo 27 v. 26
Les soltó, pues, a Barrabás; mas habiendo hecho azotar a Jesús, le entregó para ser crucificado.
content_copy Mateo 27 v. 27
Entonces los soldados del gobernador, llevando a Jesús al Pretorio, juntaron en torno de él toda la cohorte.
content_copy Mateo 27 v. 28
Y habiéndole desnudado, le vistieron un mantode grana.
content_copy Mateo 27 v. 29
Y cuando hubieron tejido una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y doblando la rodilla delante de él, hacían burla de él, diciendo: ¡Salve, Rey de los Judíos¡
content_copy Mateo 27 v. 30
Y escupían en él, y tomando la caña, le herían en la cabeza.
content_copy Mateo 27 v. 31
Y cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, y le pusieron sus propios vestidos, y le llevaron a crucificar.
content_copy Mateo 27 v. 32
Y al salir de la ciudad, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón; a éste le tomaron por fuerza para que llevase la cruz.
content_copy Mateo 27 v. 33
Y cuando hubieron llegado al lugar que se llama Gólgota, que quiere decir, Lugar de la Calavera,
content_copy Mateo 27 v. 34
le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; mas cuando lo hubo probado, no quiso beberlo.
content_copy Mateo 27 v. 35
Y habiéndole crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes; para que se cumpliera lo dicho por el profeta: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mí ropa echaron suertes.
content_copy Mateo 27 v. 36
Y sentándose, le hacían la guardia allí.
content_copy Mateo 27 v. 37
Y pusieron sobre su cabeza su causa, escrita así: éste es jesús, el rey de los judíos.
content_copy Mateo 27 v. 38
Entonces fueron crucificados con él dos ladrones, el uno a la derecha, y el otro a la izquierda.
content_copy Mateo 27 v. 39
Y los que pasaban le decían injurias, meneando sus cabezas,
content_copy Mateo 27 v. 40
y diciendo: ¡Tú que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo! ¡Si Hijo eres de Dios, desciende de la cruz!
content_copy Mateo 27 v. 41
De igual manera también los jefes de los sacerdotes escarneciéndole, juntamente con los escribas y los ancianos, decían:
content_copy Mateo 27 v. 42
A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. Si es el rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
content_copy Mateo 27 v. 43
Confió en Dios; líbrele ahora, si le quiere; porque ha dicho: De Dios soy Hijo.
content_copy Mateo 27 v. 44
Los ladrones también que estaban crucificados con él, le echaronen cara los mismos improperios.
content_copy Mateo 27 v. 45
Y desde la hora de sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de nona.
content_copy Mateo 27 v. 46
Y cerca de la hora de nona, Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡elí, elí; lamá sabactani! que quiere decir: ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has desamparado?
content_copy Mateo 27 v. 47
Algunos de los que allí estaban, al oír esto, decían: A Elías llama éste.
content_copy Mateo 27 v. 48
Y al instante corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y empapóla en vinagre, y poniéndola en una caña, dábale a beber.
content_copy Mateo 27 v. 49
Pero los demás decían: ¡Deja; veamos si viene Elías a librarle!
content_copy Mateo 27 v. 50
Empero Jesús, clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu.
content_copy Mateo 27 v. 51
Y, he aquí, el velo del Santuario se rasgó en dos, de alto a bajo; y tembló la tierra; y las rocas se hendieron;
content_copy Mateo 27 v. 52
y los sepulcros se abrieron; y muchos cuerpos de santos, que habían dormido, resucitaron;
content_copy Mateo 27 v. 53
y saliendo de los sepulcros y después de la resurrección de él, vinieron a la ciudad santa, y aparecieron a muchos.
content_copy Mateo 27 v. 54
El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!
content_copy Mateo 27 v. 55
Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole:
content_copy Mateo 27 v. 56
entre las cuales estaba María Magdalena, y María madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.