Concordancia
- Job 40 v. 18
- Sus huesos son como tubos de bronce, sus costillas como barras de hierro.
- Job 40 v. 19
- Él es el principal entre las obras de Dios: solo el que le hizo puede acercarle su espada.
- Job 40 v. 20
- Y sin embargo, los montes le producen alimento; y allí, junto a él, todas las bestias del campo retozan.
- Job 40 v. 21
- Debajo de los lotos se recuesta, en lo oculto de los cañaverales y de los pantanos.
- Job 40 v. 22
- Le cubren los lotos con su sombra, le rodean los sauces del arroyo.
- Job 40 v. 23
- ¡He aquí, sale de madre el río! pero él no se inmuta; tranquilo está aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca.
- Job 40 v. 24
- Con sus ojos lo toma todo; y por entre las redes penetra su hocico.
- Job 41 v. 1
- ¿PODRÁS tú sacar al Leviatán con anzuelo, o apretarle con una cuerda la lengua?
- Job 41 v. 2
- ¿Podrás meterle una soga por las narices, u horadarle con un garfio la quijada?
- Job 41 v. 3
- ¿Acaso te hará muchas súplicas, o te hablará palabras sumisas?
- Job 41 v. 4
- ¿Hará pacto contigo, para que le tomes por siervo para siempre?
- Job 41 v. 5
- ¿Juguetearás con él como con algún pajarillo, o le atarás para entretenimiento de tus niñas?
- Job 41 v. 6
- ¿Podrán ponerle trampas las cuadrillas de pescadores, y repartirle entre los pescaderos?
- Job 41 v. 7
- ¿Podrás llenarle el cuero de garrochas, o penetrar su cabeza con arpón de pescar?
- Job 41 v. 8
- ¡Pon siquiera en él tu mano! ¡acuérdate de la batalla! ¡no lo volverás a hacer!
- Job 41 v. 9
- He aquí que la esperanza de cogerle es vana; ¿con sólo verle no desmaya cualquiera?
- Job 41 v. 10
- Ninguno hay tan osado que se atreva a despertarle: ¿quién pues es aquel que pueda mantenerse en pie delante de Mí?
- Job 41 v. 11
- ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo tenga que recompensarle? ¡Cuanto existe debajo de todo el cielo es mío!
- Job 41 v. 12
- No callaré sus partes admirables, ni lo de sus fuerzas, ni la gallardía de sus proporciones.
- Job 41 v. 13
- ¿Quién jamás abrió la delantera de su cota de malla? dentro de los dobleces de sus mandíbulas ¿quién se meterá?
- Job 41 v. 14
- Las puertas de su rostro ¿quién las abrió jamás? las hileras de sus dientes ¡cuán espantosas!
- Job 41 v. 15
- Su orgullo son sus escudos acanalados; (él está encerrado como bajo de sello apretado);
- Job 41 v. 16
- uno a otro se acercan tanto, que el aire mismo no pasa entre ellos.
- Job 41 v. 17
- Cada uno está pegado a su compañero; se traban entre sí; no se pueden separar.
- Job 41 v. 18
- Sus estornudos hacen resplandecer una luz, y sus ojos semejan los párpados de la aurora.
- Job 41 v. 19
- De su boca proceden antorchas encendidas, y centellas de fuego se escapan.
- Job 41 v. 20
- De sus narices sale humo, como de una olla soplada o de cañas que arden.
- Job 41 v. 21
- Su resoplido enciende ascuas, y llamas salen de su boca.
- Job 41 v. 22
- En su cerviz reside la fuerza, y delante de él anda saltando el terror.
- Job 41 v. 23
- Las partes más flojas de su carne están endurecidas; firmes en él están; no se pueden mover.
- Job 41 v. 24
- Su corazón es firme como una piedra; sí, firme como la piedra inferior de un molino.
- Job 41 v. 25
- Cuando se levanta, se espantan los poderosos; y a causa de los terrores están fuera de sí.
- Job 41 v. 26
- Si alguno le acometiere con la espada, no hace efecto; de nada sirve la lanza, ni el dardo, ni la loriga.
- Job 41 v. 27
- Reputa como paja el hierro, y como leña podrida el bronce.
- Job 41 v. 28
- Ningún arquero podrá hacerle huir; en hojarasca se le tornan las piedras de la honda.
- Job 41 v. 29
- Como hojarasca le son reputadas las mazas, y se ríe del blandir del venablo.
- Job 41 v. 30
- Debajo de él, sus escamas son como agudos tiestos de olla: se extiende cual trillo sobre el cieno.
- Job 41 v. 31
- Hace hervir como olla el abismo; al Nilo lo pone como caldero de ungüento.
- Job 41 v. 32
- Tras de sí deja una estela reluciente: se creería que es canoso el abismo.
- Job 41 v. 33
- No hay sobre la tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor.
- Job 41 v. 34
- A cuanto es alto lo mira con desprecio, como quien es rey de todas las bestias soberbias.
- Job 42 v. 1
- ENTONCES Job respondió a Jehová, y dijo:
- Job 42 v. 2
- Yo sé que tú lo puedes todo, y que no puede estorbarse ningún propósito tuyo.
- Job 42 v. 3
- Con razón dices: ¿Quién es éste que obscurece mi consejo sin cordura? pues he hablado sin inteligencia, tratando de cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no entendía.
- Job 42 v. 4
- Oye, te ruego, y hablaré; yo más bien preguntaré, y tú me harás saber.
- Job 42 v. 5
- De oídas había yo sabido de ti; mas ahora te ven mis ojos;
- Job 42 v. 6
- ¡por lo cual me aborrezco a mí mismo, y me arrepiento en polvo y ceniza!
- Job 42 v. 7
- Y aconteció que después que hubo hablado Jehová estas palabras a Job, dijo Jehová a Elifaz temanita: Arde mi ira contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado respecto de mí, lo que es propio, como mi siervo Job.
- Job 42 v. 8
- Ahora pues, tomaos siete novillos y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros; y mi siervo Job orará por vosotros (pues a él miraré con favor), a fin de que no haga yo con vosotros conforme a vuestra insensatez; por cuanto no habéis hablado respecto de mí, lo que es propio, como mi siervo Job.
- Job 42 v. 9
- En efecto, fueron Elifaz temanita y Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como les había dicho Jehová. Y Jehová miró a Job con favor.
- Job 42 v. 10
- También Jehová hizo tornar el cautiverio de Job, después que hubo orado por sus amigos; y Jehová dió a Job el doble de lo que había tenido antes.
- Job 42 v. 11
- Asimismo todos sus hermanos vinieron a él, y todas sus hermanas, y todos los que habían sido sus amigos anteriormente, y comieron pan con él en su casa, y se condolieron con él, y le consolaron con motivo de toda aquella calamidad que Jehová había traído sobre él; cada uno también le dió una kesita, y cada uno un zarcillo de oro.
- Job 42 v. 12
- Y Jehová bendijo el postrer estado de Job más que el primero; de modo que tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.
- Job 42 v. 13
- Tuvo también siete hijos y tres hijas.
- Job 42 v. 14
- Y llamó a la primera Jemima, y a la segunda Kesía, y a la tercera Kerén-hapuc.
- Job 42 v. 15
- Y no se hallaron otras mujeres en toda aquella tierra tan hermosas como las hijas de Job: y les dió su padre herencia entre sus hermanos.
- Job 42 v. 16
- Y Job vivió después de esto ciento cuarenta años; y vió a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
- Job 42 v. 17
- Y así murió Job, anciano y saciado de días.