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content_copy 2 Reyes 4 v. 29
Con lo cual él dijo a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y véte. Si alguno te encontrare, no le saludes; y si alguno te saludare, no le respondas: y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño.
content_copy 2 Reyes 4 v. 30
Empero la madre del niño le dijo: ¡Vive Jehová, y vive tu alma, que no me apartaré de ti! Levantóse pues, y la siguió.
content_copy 2 Reyes 4 v. 31
Mas Giezi pasó delante de ellos, y puso el báculo sobre el rostro del muchacho; pero no hubo voz, ni quien diese atención; por lo cual tornó a encontrarle, y se lo avisó, diciendo: ¡No ha despertado el niño!
content_copy 2 Reyes 4 v. 32
Llegó entonces Eliseo a la casa, y ¡he aquí al niño muerto, tendido sobre su misma cama!
content_copy 2 Reyes 4 v. 33
Y entrado que hubo, cerró la puerta sobre ellos dos, y oró a Jehová.
content_copy 2 Reyes 4 v. 34
Subió después encima de la cama, y acostóse sobre el niño, y puso su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre sus manos, y tendióse así sobre él: y calentóse la carne del niño.
content_copy 2 Reyes 4 v. 35
Luego volvió y anduvo por la casa, para acá y para allá. Subió entonces, y tendióse sobre él: y estornudó el muchacho siete veces; y abrió el muchacho los ojos.
content_copy 2 Reyes 4 v. 36
Llamando pues Eliseo a Giezi le dijo: Llama a esta Sunamita. Y habiéndola llamado, ella vino a él; y dijo Eliseo: ¡Alza a tu hijo!
content_copy 2 Reyes 4 v. 37
Entonces ella entró dentro, y cayó a sus pies, postrándose en tierra; luego alzó a su hijo y salió.
content_copy 2 Reyes 4 v. 38
Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces hambre en el país; y estando los hijos de los profetas sentados delante de él, dijo a su criado: Pon la olla grande, y cuece potaje para los hijos de los profetas.
content_copy 2 Reyes 4 v. 39
Salió entonces alguno al campo para coger verduras; y hallando una vid silvestre, cogió de ella calabazas silvestres, cuantas cupiesen en la doblez de su ropa: y vino, y rajándolas, las echó en la olla del potaje; pues no sabían lo que eran.
content_copy 2 Reyes 4 v. 40
Sirvieron pues a los hombres para que comiesen; pero sucedió que mientras comían del potaje, todos ellos alzaron el grito, diciendo: ¡Hay muerte en la olla, oh varón de Dios! Y no lo pudieron comer.
content_copy 2 Reyes 4 v. 41
Mas él dijo: Traed harina: y la echó en la olla. Entonces dijo: Sirve a la gente para que coma; y no hubo ya mal en la olla.
content_copy 2 Reyes 4 v. 42
Y llegó un hombre de Baal-salisa que trajo al varón de Dios panes de primicias, (veinte panes de cebada, con espigas de trigo nuevo), en su alforja. Y él dijo: Dáselo a la gente, para que coma.
content_copy 2 Reyes 4 v. 43
Mas respondió su asistente: ¡Qué! ¿tengo de poner esto delante de cien hombres? A lo que dijo Eliseo: Dáselo a la gente para que coma; porque así dice Jehová: Comerán, y les sobrará.
content_copy 2 Reyes 4 v. 44
Él pues lo puso delante de ellos, y comieron; y les sobró, conforme a la palabra de Jehová.
content_copy 2 Reyes 5 v. 1
Y NAAMÁN, jefe del ejército del rey de Siria, era un grande hombre para con su señor, y en alta estimación; pues que por su medio Jehová había salvado la Siria; y este hombre era guerrero esforzado; mas era leproso.
content_copy 2 Reyes 5 v. 2
Y los Siros habían salido en guerrillas, y habían traído cautiva de la tierra de Israel una jovencita, la cual asistía á la mujer de Naamán.
content_copy 2 Reyes 5 v. 3
Y dijo un día a su señora: ¡Ojalá que mi amo se presentara delante del profeta que hay en Samaria! pues él le sanaría de su lepra.
content_copy 2 Reyes 5 v. 4
Y entró alguno y se lo avisó a su señor, diciendo: Así y así ha dicho la muchacha que vino de la tierra de Israel.
content_copy 2 Reyes 5 v. 5
Y dijo el rey de Siria: ¡Ea, anda! que yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió pues Naamán, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil siclos de oro, y diez mudas de vestidos.
content_copy 2 Reyes 5 v. 6
Y llevó la carta al rey de Israel; la cual decía así: Ahora pues, cuando llegare a ti esta carta, sabrás que, he aquí, yo he enviado a ti a Naamán, siervo mío, para que tú le sanes de su lepra.
content_copy 2 Reyes 5 v. 7
Y sucedió que como el rey de Israel leyese la carta, rasgó sus vestidos, diciendo: ¿Soy yo acaso Dios, que hace morir y que da vida, para que éste envíe a mí, a fin de que yo sane a un hombre de su lepra? Empero ruegoos tan sólo que consideréis y veáis cómo éste anda buscando pretextos contra mí.
content_copy 2 Reyes 5 v. 8
Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
content_copy 2 Reyes 5 v. 9
Naamán pues vino con sus caballos, y con su carro de guerra, y paróse a la puerta de la casa de Eliseo.
content_copy 2 Reyes 5 v. 10
Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Anda, lávate siete veces en el Jordán, y se volverá sana tu carne, y serás limpio.
content_copy 2 Reyes 5 v. 11
Mas Naamán estalló en ira, y se fué, diciendo: ¡He aquí que yo pensaba que seguramente él hubiera salido a recibirme, y que, puesto de pie, hubiera invocado el nombre de Jehová su Dios; y que pasando su mano sobre la parte llagada, sanaría la lepra!
content_copy 2 Reyes 5 v. 12
Por ventura Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podré lavarme en ellos y ser limpio? Por lo cual volvió su rostro y se fué, ardiendo en ira.
content_copy 2 Reyes 5 v. 13
Entonces se llegaron a él sus siervos, y hablaron con él, diciendo: Padre mío, si el profeta te hubiera mandado hacer alguna gran cosa, ¿no deberías hacerla? ¿Cuánto más pues cuando te dice: Lávate, y quedarás limpio?
content_copy 2 Reyes 5 v. 14
Con lo cual él descendió, y bañóse en el Jordán siete veces, conforme al dicho del varón de Dios, y se volvió su carne como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.
content_copy 2 Reyes 5 v. 15
Entonces volviéndose con toda su comitiva al varón de Dios, entró, y se presentó delante de él, y dijo: He aquí, yo ya conozco que no hay Dios en toda la tierra sino sólo en Israel. Ahora pues acepta, te lo ruego, un regalo de parte de tu siervo.
content_copy 2 Reyes 5 v. 16
Mas él respondió: ¡Vive Jehová, delante de quien yo estoy en pie, que no lo admitiré! Y el otro porfió con él para que lo aceptara; mas él rehusó.
content_copy 2 Reyes 5 v. 17
Luego dijo Naamán: Pues si no, ruégote que de la tierra de Israel se dé a tu siervo lo que puedan cargar un par de mulos; porque tu siervo de aquí en adelante no ofrecerá holocausto ni sacrificio a otro dios sino sólo a Jehová.
content_copy 2 Reyes 5 v. 18
En esto, sin embargo, perdone Jehová a tu siervo: que cuando éntre mi señor a la casa de Rimón, para adorar allí, y él se apoye en mi mano, y yo tenga que inclinarme así en casa de Rimón, cuando yo me incline en casa de Rimón, perdone Jehová a tu siervo de esto.
content_copy 2 Reyes 5 v. 19
Y él le dijo: Véte en paz. Fuése pues de él algún trecho.
content_copy 2 Reyes 5 v. 20
Entonces Giezi, criado de Eliseo varón de Dios, dijo para consigo. He aquí que mi amo ha perdonado á este siro Naamán, en no admitir de su mano lo que le había traído. ¡Vive Jehová! que correré yo tras él, y tomaré de él alguna cosa.
content_copy 2 Reyes 5 v. 21
Giezi pues fue en seguimiento de Naamán. Y cuando Naamán le vió corriendo en su alcance, bajóse de su carro para ir á recibirle, diciendo ¿Va todo bien?
content_copy 2 Reyes 5 v. 22
Y él respondió: Bien va. Mi amo me ha enviado a decir: He aquí que ahora mismo acaban de llegar de la serranía de Efraim dos jóvenes, de los hijos de los profetas; ruégote les des a ellos un talento de plata, y dos mudas de vestidos.
content_copy 2 Reyes 5 v. 23
Dijo empero Naamán: Consiente y toma dos talentos. Y le instó, y amarró dos talentos de plata en dos talegas, con dos mudas de vestidos; y diólo a dos mozos suyos para que lo llevasen delante de él.
content_copy 2 Reyes 5 v. 24
Mas cuando llegó a la colina, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en casa; luego despachó a los hombres, y ellos se fueron.
content_copy 2 Reyes 5 v. 25
Entonces él entró, y se estuvo en pie junto á su amo. Y le dijo Eliseo: ¿De dónde vienes? A lo que respondió: No ha ido tu siervo a ninguna parte.
content_copy 2 Reyes 5 v. 26
Mas él le dijo: ¿No iba mi corazón contigo cuando el hombre volvió atrás, saltando de su carro para recibirte? ¿Es tiempo éste por ventura de recibir dinero, y de recibir ropas, y olivares, y viñas, y ovejas, y bueyes, y siervos, y siervas?
content_copy 2 Reyes 5 v. 27
Por lo tanto la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu linaje para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.
content_copy 2 Reyes 6 v. 1
Y LOS hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí que el lugar donde nos sentamos delante de ti, es muy estrecho para nosotros.
content_copy 2 Reyes 6 v. 2
Vayamos, si te parece, al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagámonos allí un local donde habitemos. Y él respondió: ¡Id!
content_copy 2 Reyes 6 v. 3
Mas uno de ellos le dijo: Ruégote consientas y vengas con tus siervos. A lo que dijo: Yo iré.
content_copy 2 Reyes 6 v. 4
Fuése pues con ellos; y llegado que hubieron al Jordán, cortaron la madera.
content_copy 2 Reyes 6 v. 5
Pero aconteció que mientras uno de ellos cortaba un árbol, el hierro se le cayó al agua; y él clamó, diciendo: ¡Ay, señor mío, y era cosa prestada!
content_copy 2 Reyes 6 v. 6
Y dijo el varón de Dios: ¿A dónde cayó? Y habiéndosele enseñado el lugar, cortó un palo, y lo echó allí; y nadó el hierro.
content_copy 2 Reyes 6 v. 7
Y dijo: Tómalo: y él alargando la mano, lo tomó.
content_copy 2 Reyes 6 v. 8
Y el rey de Siria estaba en guerra contra Israel; y consultó con sus siervos, diciendo: En tal y tal parte voy a poner mi campamento.
content_copy 2 Reyes 6 v. 9
Entonces vino el varón de Dios al rey de Israel, diciendo: Guárdate de pasar por tal parte; que por allí mismo van a bajar los Siros.
content_copy 2 Reyes 6 v. 10
Envió pues el rey de Israel al lugar que le había indicado el varón de Dios, y de que le había amonestado; y se resguardó allí no una vez, ni dos.
content_copy 2 Reyes 6 v. 11
Y estaba muy turbado el corazón del rey de Siria con motivo de esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No queréis decirme quién de nosotros es por el rey de Israel?
content_copy 2 Reyes 6 v. 12
Dijo entonces uno de sus siervos: Ninguno, oh rey, señor mío; sino que Eliseo, el profeta que hay en Israel, declara al rey de Israel las palabras que tú dices en tu cámara de dormir.
content_copy 2 Reyes 6 v. 13
Por lo cual él dijo: Id y averiguad en dónde está, y enviaré a prenderle. Y le avisaron, diciendo: He aquí, está en Dotán.
content_copy 2 Reyes 6 v. 14
El pues envió allí caballos y carros de guerra, y un ejército formidable; los cuales vinieron de noche y cercaron la ciudad
content_copy 2 Reyes 6 v. 15
Y cuando se levantó muy de mañana el criado del varón de Dios, y hubo salido fuera, he aquí el ejército que cercaba la ciudad en derredor, con los caballos y los carros. Entonces le dijo su criado: ¡Ay, señor mío! ¿qué hemos de hacer?
content_copy 2 Reyes 6 v. 16
Pero él respondió: No tengas temor; porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
content_copy 2 Reyes 6 v. 17
Y oró Eliseo, diciendo: ¡Jehová, ruégote le abras los ojos, para que pueda ver! Y Jehová abrió los ojos del mozo, y vió; ¡y he aquí que el cerro estaba lleno de caballos y carros de fuego en derredor de Eliseo!
content_copy 2 Reyes 6 v. 18
Y cuando los Siros bajaron contra él, Eliseo oró a Jehová, y dijo: ¡Ruégote que hieras esta gente con ceguera! En efecto, Jehová los hirió con ceguera, conforme al dicho de Eliseo.
content_copy 2 Reyes 6 v. 19
Entonces les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad. Seguidme, y yo os llevaré al hombre que buscáis. Y los llevó a Samaria.
content_copy 2 Reyes 6 v. 20
Y aconteció que cuando llegaron a Samaria, Eliseo dijo: ¡Jehová, abre los ojos de estos hombres para que vean! Jehová pues abrió sus ojos, y vieron; ¡y he aquí que estaban en medio de Samaria!
content_copy 2 Reyes 6 v. 21
Entonces el rey de Israel, luego que los vió, dijo a Eliseo: ¿Los heriré, los heriré, padre mío?
content_copy 2 Reyes 6 v. 22
Mas él dijo: No los hieras; ¿herirás tú acaso lo que has cautivado con tu arco y con tu espada? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y se vayan a su señor.
content_copy 2 Reyes 6 v. 23
El pues les hizo una gran comida; y comieron y bebieron; luego los dejó ir, y se fueron a su señor. Y por entonces las guerrillas de los Siros no volvieron más a entrar en el país de Israel.
content_copy 2 Reyes 6 v. 24
Y sucedió después de esto que Ben-hadad, rey de Siria, juntó todo su ejército, y subió y puso sitio a Samaria.
content_copy 2 Reyes 6 v. 25
Y el hambre vino a ser gravísima en Samaria; porque he aquí que la sitiaron hasta que se vendía una cabeza de asno en ochenta siclos de plata, y la cuarta parte de un cabo del garbanzo estiércol de paloma, en cinco siclos de plata.
content_copy 2 Reyes 6 v. 26
Y aconteció que un día el rey de Israel iba pasando sobre el muro, cuando una mujer clamó a él, diciendo: ¡Socorro, oh rey, señor mío!
content_copy 2 Reyes 6 v. 27
A lo que dijo él: Cuando no te socorra Jehová, ¿de dónde te he de socorrer yo? ¿de la era, o del lagar?
content_copy 2 Reyes 6 v. 28
Y le dijo el rey: ¿Qué tienes? Y ella contestó: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo para que le comamos hoy, y mañana comeremos a mi hijo.
content_copy 2 Reyes 6 v. 29
Cocimos pues a mi hijo, y le comimos; mas cuando yo le dije a ella al otro día: Da acá a tu hijo, para que le comamos, ella escondió a su hijo.
content_copy 2 Reyes 6 v. 30
Y sucedió que cuando oyó el rey las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos; y como iba pasando sobre el muro, vió el pueblo que, he aquí, traía saco interiormente sobre sus carnes.
content_copy 2 Reyes 6 v. 31
Dijo entonces el rey: ¡Así haga Dios conmigo, y más aún, si quedare la cabeza de Eliseo hijo de Safat sobre él hoy!
content_copy 2 Reyes 6 v. 32
Entretanto Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos de la ciudad estaban sentados con él; y envió el rey un hombre a este efecto. Mas antes que llegara el enviado a donde él estaba, dijo Eliseo a los ancianos: ¡Ved cómo ha enviado aquel hijo de homicida a quitarme la cabeza! Mirad que cuando llegue el enviado, le cerréis la puerta, y le rechacéis con la puerta misma; ¿acaso no se oye en pos de él el sonido de los pies de su señor?
content_copy 2 Reyes 6 v. 33
Aun hablaba él con ellos, cuando, he aquí, acabó de llegar el enviado a donde él estaba, y el rey en pos de él; quien dijo: He aquí que esta calamidad es de parte de Jehová; ¿para qué tengo de esperar a Jehová más?
content_copy 2 Reyes 7 v. 1
A LO que respondió Eliseo: ¡Oíd el oráculo de Jehová! Así dice Jehová: Como a estas horas el día de mañana, el seah de flor de harina se venderá por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, en la puerta de Samaria.
content_copy 2 Reyes 7 v. 2
Entonces el capitán sobre cuya mano el rey se apoyaba, contestó al varón de Dios, y dijo: He aquí, aun cuando hiciera Jehová compuertas en el cielo, ¿acaso pudiera suceder esto? Y le respondió: He aquí que tú lo verás con tus ojos, más no comerás de ello.
content_copy 2 Reyes 7 v. 3
Había pues cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta de la ciudad, los cuales dijeron unos a otros: ¿Qué hacemos sentados aquí hasta que muramos?
content_copy 2 Reyes 7 v. 4
Si dijéremos: Entremos en la ciudad, el hambre está dentro de la ciudad, y moriremos allí: y si nos sentamos aquí, moriremos también: ahora pues, pasémonos al campamento de los Siros: si ellos nos concedieren la vida, viviremos; y si nos hicieren morir, tan sólo moriremos.
content_copy 2 Reyes 7 v. 5
Levantáronse pues en el crepúsculo vespertino, para irse al campamento de los Siros; y al llegar a un extremo del campamento de los Siros, ¡he aquí que no había allí ninguno!
content_copy 2 Reyes 7 v. 6
Porque el Señor había hecho que el ejército de los Siros oyese estruendo de carros, y estruendo de caballos, es decir, el estruendo de un gran ejército; de modo que decían el uno al otro: ¡He aquí que el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los Heteos y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros!
content_copy 2 Reyes 7 v. 7
Por lo cual se levantaron y echaron a huir en el crepúsculo vespertino, abandonando sus tiendas y sus caballos y sus asnos, en fin, el campamento tal cual estaba, y huyeron por sus vidas.
content_copy 2 Reyes 7 v. 8
Llegaron pues aquellos leprosos al extremo del campamento, y entraron en una tienda, y comieron y bebieron; y llevaron de allí plata y oro y vestidos; y se fueron y lo escondieron. En seguida tornaron, y entrando en otra tienda, llevaron de allí también; y se fueron y lo escondieron.
content_copy 2 Reyes 7 v. 9
Entonces decían el uno al otro: No es bueno lo que hacemos. Este día es día de albricias; si pues guardamos silencio y esperamos hasta la luz de la mañana, entonces nuestra iniquidad nos alcanzará. Venid pues, vamos a dar parte de ello en casa del rey.
content_copy 2 Reyes 7 v. 10
En efecto, se fueron, y llamando al portero de la ciudad, les avisaron a él y a los demás, diciendo: Acabamos de ir al campamento de los Siros; y he aquí que no había allí nadie, ni voz de persona alguna, sino los caballos atados, y los asnos atados, y las tiendas lo mismo que estaban antes.
content_copy 2 Reyes 7 v. 11
Entonces él llamó a los porteros; y éstos avisaron a la casa del rey adentro.
content_copy 2 Reyes 7 v. 12
Levantóse luego el rey, de noche, y dijo a sus siervos: Yo os diré lo que nos han hecho los Siros. Ellos saben que estamos hambrientos; por lo cual han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los prenderemos vivos, y entraremos en la ciudad.
content_copy 2 Reyes 7 v. 13
Entonces respondió uno de sus siervos, diciendo: Tómense, si bien te parece, cinco de los caballos restantes que han quedado en la ciudad, (he aquí que ellos son como toda la multitud de Israel que ha quedado en ella; he aquí que ellos son como toda la multitud de Israel, la cual está ya acabada), y enviemos, y veremos.
content_copy 2 Reyes 7 v. 14
Y tomaron dos carros con caballos, y envió el rey en seguimiento del ejército de los Siros, diciendo: Id y ved.
content_copy 2 Reyes 7 v. 15
Los siguieron pues hasta el Jordán; y he aquí que todo el camino estaba lleno de vestidos y de enseres, que los Siros habían desechado en la fuga precipitada. Y volvieron los enviados y se lo avisaron al rey.
content_copy 2 Reyes 7 v. 16
Entonces salió el pueblo, y saqueó el campamento de los Siros: y así fué que en efecto se vendió un seah de flor de harina por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehová.
content_copy 2 Reyes 7 v. 17
Y el rey dió a aquel capitán en cuyo brazo él se apoyaba cargo de la puerta; y atropellóle el pueblo en la puerta, de modo que murió; conforme había dicho el varón de Dios que habló cuando bajó el rey a donde él estaba.
content_copy 2 Reyes 7 v. 18
Porque cuando el varón de Dios habló al rey, diciendo: dos seahs de cebada por un siclo, y un seah de flor de harina por un siclo, habrá mañana, como a estas horas, en la puerta de Samaria,
content_copy 2 Reyes 7 v. 19
aquel capitán respondió al varón de Dios, diciendo: He aquí, aun cuando Jehová hiciese compuertas en el cielo, ¿acaso pudiera suceder esto? y él le respondió: He aquí que tú lo verás con tus ojos, mas de ello no comerás.
content_copy 2 Reyes 7 v. 20
Y así mismo le acaeció; porque el pueblo le atropelló en la puerta de manera que murió.
content_copy 2 Reyes 8 v. 1
Y ELISEO avisó a la mujer cuyo hijo él había resucitado, diciendo: Levántate y véte, tú y tu casa, a habitar temporalmente en dondequiera que puedas; porque Jehová ha llamado el hambre; la cual también vendrá sobre el país por siete años.
content_copy 2 Reyes 8 v. 2
Levantóse entonces la mujer, e hizo conforme al dicho del varón de Dios; pues se fué, ella y su casa, y habitó en el país de los Filisteos siete años.
content_copy 2 Reyes 8 v. 3
Y aconteció que al fin de los siete años, volvió la mujer del país de los Filisteos; y salió a reclamar ante el rey su casa y su campo.
content_copy 2 Reyes 8 v. 4
Y el rey estaba hablando con Giezi, criado del varón de Dios, y le había dicho: Ruégote me refieras todas las maravillas que ha hecho Eliseo.