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content_copy 1 Samuel 16 v. 22
Y envió Saúl a decir a Isaí: Ruégote se quede David en mi presencia, porque ha hallado gracia en mis ojos.
content_copy 1 Samuel 4 v. 22
Dijo pues: ¡Llevada en cautiverio es la gloria de Israel! por haber sido tomada el Arca de Dios.
content_copy 1 Samuel 15 v. 29
Además también, la Gloria de Israel no mentirá, ni mudará de propósito: porque no es hombre para que cambie de ánimo.
content_copy 1 Samuel 1 v. 18
A lo cual ella respondió: ¡Halle tu sierva gracia en tus ojos! y la mujer se fué por su camino, y comió, y su cara ya no era como antes.
content_copy 1 Samuel 4 v. 21
Y nombró al niño Icabod, diciendo: ¡Llevada en cautiverio es la gloria de Israel! por haber sido tomada el Arca de Dios, y a causa de su suegro y de su marido.
content_copy 1 Samuel 27 v. 5
Entonces dijo David a Aquís: Ruégote, si he hallado gracia en tus ojos, que se me dé algún lugar en una de las ciudades del campo, para que habite yo allí; pues ¿por qué ha de habitar tu siervo en la ciudad real contigo?
content_copy 1 Samuel 2 v. 8
Levanta del polvo al desvalido, del muladar ensalza al menesteroso, para hacerlos sentar entre los príncipes, y los hará heredar un trono de gloria: porque de Jehová son las basas de la tierra, y él ha asentado el mundo sobre ellas.
content_copy 1 Samuel 6 v. 5
Por tanto haréis figuras de vuestros tumores y figuras de los ratones, que han asolado vuestra tierra; así daréis gloria al Dios de Israel; quizás aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.
content_copy 1 Samuel 20 v. 29
diciendo: Ruégote me permitas ir: porque en aquella ciudad tenemos un sacrificio para la familia; y mi mismo hermano me ha mandado estar presente. Ahora pues, si he hallado gracia en tus ojos, ruégote me dejes ir, para que vea a mis hermanos. Por este motivo no ha venido á la mesa del rey.
content_copy 1 Samuel 20 v. 3
David empero volvió a jurárselo y dijo: Muy bien sabe tu padre que yo he hallado gracia en tus ojos, y ha dicho consigo mismo: Nada sepa Jonatán de esto, no sea que se aflija; pero indudablemente, ¡por vida de Jehová, y por la vida tuya, que no hay más de un paso entre mí y la muerte!