Concordancia
- Mateo 8 v. 17
- Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
- Mateo 8 v. 18
- Y viendo Jesús muchas gentes alrededor de sí, mandó pasar á la otra parte del lago.
- Mateo 8 v. 19
- Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré á donde quiera que fueres.
- Mateo 8 v. 20
- Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.
- Mateo 8 v. 21
- Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre á mi padre.
- Mateo 8 v. 22
- Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren á sus muertos.
- Mateo 8 v. 23
- Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron.
- Mateo 8 v. 24
- Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía.
- Mateo 8 v. 25
- Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos.
- Mateo 8 v. 26
- Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar; y fué grande bonanza.
- Mateo 8 v. 27
- Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?
- Mateo 8 v. 28
- Y como él hubo llegado en la otra ribera al país de los Gergesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.
- Mateo 8 v. 29
- Y he aquí clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido acá á molestarnos antes de tiempo?
- Mateo 8 v. 30
- Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
- Mateo 8 v. 31
- Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos ir á aquel hato de puercos.
- Mateo 8 v. 32
- Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron á aquel hato de puercos: y he aquí, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en la mar, y murieron en las aguas.
- Mateo 8 v. 33
- Y los porqueros huyeron, y viniendo á la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
- Mateo 8 v. 34
- Y he aquí, toda la ciudad salió á encontrar á Jesús: Y cuando le vieron, le rogaban que saliese de sus términos.
- Mateo 9 v. 1
- ENTONCES entrando en el barco, pasó á la otra parte, y vino á su ciudad.
- Mateo 9 v. 2
- Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.
- Mateo 9 v. 3
- Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Éste blasfema.
- Mateo 9 v. 4
- Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
- Mateo 9 v. 5
- Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; ó decir: Levántate, y anda?
- Mateo 9 v. 6
- Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa.
- Mateo 9 v. 7
- Entonces él se levantó y se fué á su casa.
- Mateo 9 v. 8
- Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que había dado tal potestad á los hombres.
- Mateo 9 v. 9
- Y pasando Jesús de allí, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.
- Mateo 9 v. 10
- Y aconteció que estando él sentado á la mesa en casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente á la mesa con Jesús y sus discípulos.
- Mateo 9 v. 11
- Y viendo esto los Fariseos, dijeron á sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
- Mateo 9 v. 12
- Y oyéndolo Jesús, le dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
- Mateo 9 v. 13
- Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
- Mateo 9 v. 14
- Entonces los discípulos de Juan vienen á él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
- Mateo 9 v. 15
- Y Jesús les dijo: ¿Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? mas vendrán días cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán.
- Mateo 9 v. 16
- Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
- Mateo 9 v. 17
- Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros; mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
- Mateo 9 v. 18
- Hablando él estas cosas á ellos, he aquí vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
- Mateo 9 v. 19
- Y se levantó Jesús, y le siguió, y sus discípulos.
- Mateo 9 v. 20
- Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:
- Mateo 9 v. 21
- Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré salva.
- Mateo 9 v. 22
- Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora.
- Mateo 9 v. 23
- Y llegado Jesús á casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio,
- Mateo 9 v. 24
- Díceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
- Mateo 9 v. 25
- Y como la gente fué echada fuera, entró, y tomóla de la mano, y se levantó la muchacha.
- Mateo 9 v. 26
- Y salió esta fama por toda aquella tierra.
- Mateo 9 v. 27
- Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
- Mateo 9 v. 28
- Y llegado á la casa, vinieron á él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor.
- Mateo 9 v. 29
- Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme á vuestra fe os sea hecho.
- Mateo 9 v. 30
- Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
- Mateo 9 v. 31
- Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
- Mateo 9 v. 32
- Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
- Mateo 9 v. 33
- Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y las gentes se maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.
- Mateo 9 v. 34
- Mas los Fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
- Mateo 9 v. 35
- Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
- Mateo 9 v. 36
- Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
- Mateo 9 v. 37
- Entonces dice á sus discípulos: Á la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
- Mateo 9 v. 38
- Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros á su mies.
- Mateo 10 v. 1
- ENTONCES llamando á sus doce discípulos, les dió potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
- Mateo 10 v. 2
- Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero, Simón, que es dicho Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
- Mateo 10 v. 3
- Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;
- Mateo 10 v. 4
- Simón el Cananita y Judas Iscariote, que también le entregó.
- Mateo 10 v. 5
- á estos doce envió Jesús, á los cuales dió mandamiento, diciendo: Por el camino de los Gentiles no iréis, y en ciudad de Samaritanos no entréis;
- Mateo 10 v. 6
- Mas id antes á las ovejas perdidas de la casa de Israel.
- Mateo 10 v. 8
- Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.
- Mateo 10 v. 9
- No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;
- Mateo 10 v. 10
- Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
- Mateo 10 v. 11
- Mas en cualquier ciudad, ó aldea donde entrareis, investigad quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis.
- Mateo 10 v. 12
- Y entrando en la casa, saludadla.
- Mateo 10 v. 13
- Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá á vosotros.
- Mateo 10 v. 14
- Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
- Mateo 10 v. 15
- De cierto os digo, que el castigo será más tolerable á la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que á aquella ciudad.
- Mateo 10 v. 16
- He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
- Mateo 10 v. 17
- Y guardaos de los hombres: porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
- Mateo 10 v. 18
- Y aun á príncipes y á reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio á ellos y á los Gentiles.
- Mateo 10 v. 19
- Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo ó qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.
- Mateo 10 v. 20
- Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
- Mateo 10 v. 21
- Y el hermano entregará al hermano á la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.
- Mateo 10 v. 22
- Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, éste será salvo.
- Mateo 10 v. 23
- Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid á la otra: porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre.
- Mateo 10 v. 24
- El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
- Mateo 10 v. 25
- Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebub, ¿cuánto más á los de su casa?
- Mateo 10 v. 26
- Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
- Mateo 10 v. 27
- Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído predicadlo desde los terrados.
- Mateo 10 v. 28
- Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
- Mateo 10 v. 29
- ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae á tierra sin vuestro Padre.
- Mateo 10 v. 30
- Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
- Mateo 10 v. 31
- Así que, no temáis: más valéis vosotros que muchos pajarillos.
- Mateo 10 v. 34
- No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.
- Mateo 10 v. 35
- Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
- Mateo 10 v. 36
- Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
- Mateo 10 v. 37
- El que ama padre ó madre más que á mí, no es digno de mí; y el que ama hijo ó hija más que á mí, no es digno de mí.
- Mateo 10 v. 38
- Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
- Mateo 10 v. 39
- El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
- Mateo 10 v. 40
- El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió.
- Mateo 10 v. 41
- El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá.
- Mateo 10 v. 42
- Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.
- Mateo 11 v. 1
- Y FUÉ, que acabando Jesús de dar mandamientos á sus doce discípulos, se fué de allí á enseñar y á predicar en las ciudades de ellos.
- Mateo 11 v. 2
- Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
- Mateo 11 v. 3
- Diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
- Mateo 11 v. 4
- Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber á Juan las cosas que oís y veis:
- Mateo 11 v. 5
- Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y á los pobres es anunciado el evangelio.